El viaje desde Nueva York, Estados Unidos, hasta Ballari, India, nos toma 20 horas con una parada en Bengaluru. Allí, en un hotel de paso, cometemos el error de dejar la puerta del balcón abierta y, frente a nuestra mirada estupefacta, un macaco entra y se lleva las botellas de agua. Esa es la imagen que nos recibe en la primera mañana en Karnataka. En el desayuno, nuestro anfitrión, el poeta H. S. Shivaprakash, responde a nuestra historia con una naturalidad que sorprende más que la anécdota: “Está bien, en otra vida ustedes fueron adoradores de un dios mono”, dice, y continúa con las instrucciones de viaje.
Un grupo de poetas provenientes de Italia, Perú, Chile, Colombia, Estados Unidos, Lituania, Israel, Irán y otras regiones de la India emprende el viaje en autobús hasta Ballari. Como en una película de carretera, el autobús se convierte en una pequeña torre de babel en la que las lenguas se multiplican y el mundo se observa desde una altura que permite una perspectiva de mediana profundidad.
Conocí a Shiva —cuyo nombre completo es Hulkuntemath Shivamurthy Sastri Shivaprakash— durante un viaje a Marruecos. Desde entonces hemos mantenido una amistad epistolar y de viajes itinerantes que nos han permitido compartir otros espacios en Rumania y Nueva York.
POETAS EN BALLARI
Cuando presentó su proyecto de organizar un gran encuentro, una gran confluencia, de poetas en su país, Shiva citó a William Butler Yeats y le recordó al público que “la responsabilidad comienza con los sueños”. Siempre lo escucho con gran atención, pues, desde que lo conozco, sus palabras me han abierto un universo poético lleno de multiplicidades y resonancias filosóficas. Entiendo que habla de muchos tipos de responsabilidad, pero decido concentrarme en esa idea como parte de mi lectura del viaje.
Durante cuatro días, los invitados asistimos al evento que tiene lugar en el gran auditorio del “BITM College-Jnana Gangotri”. Con una asistencia permanente de más de 300 personas, el evento es un éxito rotundo entre el público, los medios y los escritores.
Mientras cada poeta hace su presentación en su lengua materna, una pantalla gigante de unos 5 metros de alto por 30 de ancho proyecta traducciones de sus poemas. Cuando llega el momento de mi lectura, leo en español mientras el público ve las traducciones al inglés, luego una poeta local pasa a leer mis poemas que ahora se proyectan en la pantalla en canarés, lengua dominante en la región y una de las 22 lenguas oficiales de la India.
El mismo procedimiento toma lugar con todos los participantes nacionales e internacionales. En varias ocasiones tuve la sensación de estar viviendo un adelanto de mi utopía multilingüe. Sí, Shivaprakash ha logrado organizar un evento en que la pluralidad lingüística celebra la diversidad con respeto y dignidad, con responsabilidad social. Uno de los anfitriones es el Dr. Y. C. Yogananda Reddy, un médico pediatra con una sencillez ejemplar. Le preguntamos si escribe poemas y responde, mientras nos indica el camino al comedor, que no lo hace, pero que disfruta leerlos y escucharlos.
EL SUEÑO DE LA INCLUSIÓN
En el comedor presencio otra forma de la utopía social, todos los asistentes —incluso el público— pasan a comer en una gran comunión que celebra la hermandad en la palabra poética. El menú es diverso, siempre hay una opción vegetariana y nadie se siente excluido.
Yogananda Reddy se preocupa porque cada persona tenga una buena experiencia y se sienta bienvenida en esta confluencia. El tercer día del encuentro, Yogananda nos invita a rendir homenaje a los gramáticos y artistas más importantes de la historia de la región. Llevamos ofrendas florales a escuelas, parques y museos en los que se despliegan sus imágenes o estatuas. Visitamos la escuela en la que hizo sus estudios primarios y al salir del lugar pasamos junto a la clínica en la que atiende a cientos de pacientes cada día.
Al regresar a la sede del evento, lo vemos sentado en una silla lateral del auditorio con las manos juntas como en estado de meditación mientras escucha un poema que se lee en tres lenguas distintas. Es cierto, la responsabilidad comienza con el sueño de la inclusión, el sueño que celebra la diversidad cultural y la búsqueda de sociedades más justas. N
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Carlos Aguasaco es escritor, académico y profesor en The City College of New York. Los puntos de vista expresados en este artículo son responsabilidad del autor.