La enfermedad conocida como sepsis mata a 11 millones de personas cada año, muchos de los cuales son niños pequeños y otras poblaciones vulnerables en países de bajos ingresos, dio a conocer la Organización Mundial de la Salud (OMS), este martes cuando se conmemora el Día Mundial de la enfermedad.
La sepsis es una disfunción orgánica potencialmente mortal causada por una respuesta desregulada del huésped a la infección. Si no se reconoce a tiempo y se gestiona con prontitud, puede provocar shock séptico, insuficiencia orgánica múltiple y muerte.
Con mayor frecuencia es una complicación grave de la infección, particularmente en los países de ingresos bajos y medios, donde representa una de las principales causas de morbilidad y mortalidad materna y neonatal.
En el entorno comunitario, la sepsis a menudo se presenta como el deterioro clínico de las infecciones comunes y prevenibles. La sepsis también es con frecuencia el resultado de infecciones adquiridas en entornos de atención médica, que son uno de los eventos adversos más frecuentes durante el parto y afectan a cientos de millones de pacientes en todo el mundo cada año.
Las infecciones asociadas a la atención médica a menudo son resistentes a los antibióticos y pueden provocar un deterioro rápido de las condiciones clínicas.
MEDIDAS PREVENTIVAS CONTRA LA SEPSIS
La resistencia a los antimicrobianos es un factor importante que determina la falta de respuesta clínica al tratamiento y la rápida evolución a la sepsis y el shock séptico.
Se ha descubierto que los pacientes con sepsis con patógenos resistentes tienen un mayor riesgo de mortalidad hospitalaria.
La implementación de medidas preventivas contra las infecciones, como las buenas prácticas de higiene, la garantía de acceso a los programas de vacunación, la mejora del saneamiento y la calidad y disponibilidad del agua, y otras mejores prácticas de prevención y control de infecciones, tanto en la comunidad como en los entornos de atención médica, son pasos clave para reducir la aparición de sepsis, indica la OMS.
El diagnóstico precoz y el manejo clínico oportuno y apropiado de la sepsis, como el uso óptimo de antimicrobianos y la reanimación de líquidos, son cruciales para aumentar la probabilidad de supervivencia.
A pesar de que la aparición de la sepsis puede ser aguda y plantea una carga de mortalidad a corto plazo, también puede ser la causa de una morbilidad significativa a largo plazo que requiere tratamiento y apoyo.
SIGNOS Y SÍNTOMAS
La sepsis es una emergencia médica y puede presentar varios signos y síntomas en diferentes momentos. Los signos y síntomas de advertencia incluyen: fiebre o baja temperatura y escalofríos. Estado mental alterado. Dificultad para respirar/respiración rápida. Aumento de la frecuencia cardíaca. Pulso débil/presión arterial baja. Bajo rendimiento de orina.
Piel cianótica o moteada. Extremidades frías. Dolor o molestias corporales extremas. La sospecha de sepsis es un primer paso importante hacia el reconocimiento y el diagnóstico tempranos, de acuerdo con la OMS. N