Paulo Freire definía la escuela como un lugar donde se hacen amigos, no se trata solo de edificios, aulas, salas, pizarras, programas, horarios, conceptos. La escuela, es, sobre todo, gente, gente que trabaja, que estudia, que se alegra, se conoce, se estima. La escuela será cada vez mejor en la medida en que cada uno se comporte como compañero, amigo, hermano, y cuando no existan acoso ni ciberacoso
Lo más importante en la escuela, según este pedagogo brasileño, no es solo estudiar, no es solo trabajar, es también crear lazos de amistad, es crear un ambiente de camaradería, es convivir, es unirse. En una escuela así, concluye este autor, es fácil estudiar, trabajar, crecer, hacer amigos, educarse, ser feliz.
Sin embargo, este no es el caso para la mitad de las niñas, niños y adolescentes del mundo, para quienes la escuela y los salones de clase son escenarios de exclusión y maltrato. Millones de niños y niñas sufren violencia, acoso y amenazas dentro y fuera de la escuela (Unicef, 2018). Uno de los fenómenos más preocupantes es el acoso escolar y el ciberacoso.
¿QUÉ ES EL CIBERACOSO?
El ciberacoso es una forma de violencia ejercida mediante el uso de internet, con prácticas que afectan la vida privada y social de las personas, quienes son insultadas, amenazadas o excluidas de grupos formados en las redes sociales (Inmujeres, 2016).
El ciberacoso puede causar un daño profundo, ya que tiene las posibilidades de llegar rápidamente a un público amplio. Y puede permanecer accesible en línea indefinidamente, persiguiendo virtualmente a sus víctimas en línea para el resto de sus vidas.
La intimidación y el ciberacoso se alimentan mutuamente, y forman una escala continua de comportamiento dañino (Unicef, 2019).
Según las encuestas nacionales, 21.7 por ciento de la población de 12 años y más ha vivido alguna forma de ciberacoso en México. La situación de ciberacoso más frecuente que experimentan las mujeres son las insinuaciones o propuestas sexuales (32.3 por ciento), mientras que en el caso de los hombres es el contacto mediante identidades falsas (34.5 por ciento). Lo anterior sugiere que algunas de las modalidades del ciberacoso tienen una marcada connotación de discriminación de género (Inegi, 2022).
El ciberacoso se esconde bajo el anonimato de quien lo ejerce, por lo que es frecuente que las personas acosadoras no sean identificadas por sus víctimas.
¿QUÉ HACER SI ALGUIEN ME ESTÁ ACOSANDO EN LÍNEA?
Cuando una persona sufre ciberacoso es probable que se sienta avergonzada. Esto puede llevarla a aislarse de sus amistades y familiares, tener pensamientos negativos y a sentirse culpable por las cosas que ha hecho o dejado de hacer. También es usual sentirse solo y abrumado.
Si crees que alguien te está acosando o que está teniendo una conducta inapropiada, habla con una persona en quien confíes, puede ser un amigo o amiga, un familiar, un docente. Este es el primer paso para obtener ayuda.
No contestes a las provocaciones. Y si el acoso ocurre en una plataforma social, existe la posibilidad de bloquear al acosador e informar sobre su comportamiento en la propia plataforma.
Para que el acoso se detenga es muy importante denunciarlo. Es conveniente reunir pruebas (p. e. mensajes de texto, capturas de pantalla de las publicaciones en las redes sociales) para mostrar lo que está ocurriendo.
¿EXISTEN SANCIONES JURÍDICAS CONTRA EL CIBERACOSO?
Las leyes contra el acoso y el ciberacoso son relativamente nuevas y todavía no existen en todas partes.
El 29 de abril de 2021, la Cámara de Diputados Federal aprobó la Ley Olimpia, se trata de un conjunto de reformas legislativas que se realizaron en los códigos penales de las diferentes constituciones de cada estado de la república dirigidas a reconocer la ciberviolencia y sancionar los delitos que violen la intimidad sexual de las personas a través de medios digitales.
Esta ley supone un paso importante para poner un alto a la violencia sexual hacia las mujeres que ocurre en el mundo cibernético, ya que en México el ciberacoso constituye una de las formas de violencia de género más frecuentes.
¿DÓNDE PUEDO HACER MI DENUNCIA?
Si quieres denunciar violencia cibernética comunícate con la Policía Cibernética Preventiva. En la Ciudad de México llama al 55 5242 5100, ext. 5086 o escribe al correo electrónico: [email protected]
Si tú o alguien de tu familia, un amigo o amiga necesita ayuda, también puedes comunicarte con el Consejo Ciudadano, donde recibirás orientación jurídica y apoyo psicológico a partir de la exploración del caso particular experimentado.
Comunícate a la Línea de Seguridad y Chat de Confianza las 24 horas del día: 55 5533 5533.
¿CÓMO HACER DE INTERNET UN LUGAR MÁS SEGURO?
Para lograr que internet sea un espacio más seguro es importante no limitarse a denunciar el acoso.
Todo el mundo tiene derecho a ser tratado con respeto y dignidad tanto en línea como en la vida real. Debemos ser cuidadosos y no difundir rumores, burlas, comentarios e imágenes que puedan lastimar a otras personas.
Por esta razón, respetar, compartir, comprender, ser empático, son aprendizajes prioritarios que se convierten en una urgencia para utilizar con seguridad las tecnologías de la información y comunicación (TIC) y ejercer una ciudadanía digital responsable. N
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Israel Haro Solís es investigador académico del Museo Memoria y Tolerancia. Los puntos de vista expresados en este artículo son responsabilidad del autor.