El Programa Mundial de Alimentos y la FAO han lanzado una alerta sobre 20 “focos de hambre” en los que se espera que la falta de comida empeore de junio a septiembre de 2022.
Según el informe, Etiopía, Nigeria, Sudán del Sur y Yemen siguen en “alerta máxima” con condiciones catastróficas. Afganistán y Somalia entran a esta categoría.
Todos estos países tienen segmentos de población en situación de “catástrofe”, o que corren el riesgo de llegar a ella. Además existe un total de 750.000 personas que ya se enfrentan a la hambruna en Etiopía, Yemen, Sudán del Sur, Somalia y Afganistán.
El conflicto en Ucrania está agravando lo que ya es un año de hambre catastrófica, transformando una serie de terribles crisis en una crisis alimentaria global.
La República Democrática del Congo, Haití, la región del Sahel, Sudán, Siria y Kenya se consideran “países altamente preocupantes” donde se están deteriorando las condiciones.
Múltiples Crisis Alimentarias Se Avecinan
La advertencia también se refiere a múltiples crisis alimentarias que se avecinan, impulsadas por los conflictos, las crisis climáticas, las consecuencias de la pandemia de covid-19. Así como la enorme carga de la deuda pública.
El informe “Puntos críticos del hambre – Alertas tempranas FAO-PMA sobre la inseguridad alimentaria aguda” publicado este lunes pide una acción humanitaria urgente en 20 “puntos críticos del hambre”. En ellos se espera que el hambre aguda empeore de junio a septiembre de 2022, para salvar vidas y medios de vida, y prevenir la hambruna.
El informe advierte que la guerra en Ucrania ha exacerbado el ya aumento constante de los precios de los alimentos y la energía en todo el mundo, que ya están afectando a la estabilidad económica en todas las regiones.
INSEGURIDAD ALIMENTARIA AGUDA
Se espera que los efectos sean particularmente agudos cuando la inestabilidad económica y la espiral de precios se combinan con caídas en la producción de alimentos debido a perturbaciones climáticas como sequías recurrentes o inundaciones.
“Estamos profundamente preocupados por los impactos combinados de las crisis superpuestas. Esto porque ponen en peligro la capacidad de las personas para producir y acceder a los alimentos. Ello empuja a millones más a niveles extremos de inseguridad alimentaria aguda“, dijo el director general de la FAO, QU Dongyu.
“Estamos en una carrera contrarreloj para ayudar a los agricultores de los países más afectados. Incluso aumentando rápidamente la producción potencial de alimentos e impulsando su resiliencia frente a los desafíos”.
El informe advierte que se espera que las preocupantes tendencias climáticas vinculadas a La Niña desde finales de 2020 continúen hasta 2022. Aumentando las necesidades humanitarias y el hambre aguda. N