Un equipo de arqueólogos tuvo que apresurarse para investigar una ciudad de 3,400 años antes de que desapareciera nuevamente, ya que emergió del río Tigris en Irak debido a la sequía.
La rápida reacción permitió a los científicos descubrir más de 100 tablillas de arcilla antiguas. Un investigador calificó como “un milagro” el descubrimiento y el hecho de que sobrevivieran sumergidas bajo el agua durante tanto tiempo.
El asentamiento surgió de las aguas del embalse de Mosul, que se encuentra en el norte de Irak, e incluye la presa de Mosul (alguna vez conocida como presa de Saddam), a principios de este año, cuando los niveles del agua cayeron debido a una sequía extrema en el país.
La ciudad, descubierta por un equipo de arqueólogos alemanes y kurdos, se remonta a la era del Imperio Mitanni, en la Edad del Bronce. Estuvo ubicada en el río Tigris, según dijo la Universidad de Friburgo en un comunicado publicado recientemente.
El río Tigris y el Éufrates forman una región conjunta conocida como Mesopotamia, que fue escenario de acontecimientos bíblicos.
La universidad agregó: “La extensa ciudad con un palacio y varios edificios grandes podría ser la antigua Zakhiku, que se cree que fue un centro importante del Imperio Mitanni (aproximadamente en 1550-1350 a. C.)”.
EL AGUA VA A LA BAJA
La universidad explicó que Irak es “uno de los países del mundo más afectados por el cambio climático“. Y que “para evitar que los cultivos se sequen, desde diciembre se han extraído grandes cantidades de agua del embalse de Mosul, el almacenamiento de agua más importante de Irak”.
Esto, a su vez, provocó que el nivel del agua en el embalse descendiera y revelara la ciudad de la Edad del Bronce que había estado sumergida durante décadas en el río Tigris. Nunca antes había sido objeto de ninguna investigación arqueológica.
En su declaración, la universidad de Friburgo dijo que la ciudad antigua recién revelada se encuentra ubicada en el sitio arqueológico de Kemune, en la región iraquí de Kurdistán. Fue descubierta por primera vez en 2013, cuando en ese momento los niveles de agua del embalse también cayeron.
Pero esta vez los arqueólogos tuvieron que actuar muy rápido para excavar y documentar el nuevo sitio antes de que se sumergiera de nuevo.
Las excavaciones, dirigidas por el arqueólogo kurdo Hasan Ahmed Qasim, presidente de la Organización de Arqueología de Kurdistán, y los arqueólogos alemanes Ivana Puljiz, de la Universidad de Friburgo, así como Peter Pfälzner, de la Universidad de Tübingen, se llevaron a cabo en enero y febrero de 2022 en colaboración con la Dirección de Antigüedades y Patrimonio en Duhok.
ACTUAR CON RAPIDEZ
Rápidamente se formó un equipo en cuestión de días y se aseguró el financiamiento con poca anticipación por parte de la Fundación Fritz Thyssen, a través de la Universidad de Freiburg.
La universidad explicó: “El equipo arqueológico kurdo-alemán estaba bajo una inmensa presión de tiempo porque no quedaba claro cuándo volvería a subir el agua en el embalse”.
Los investigadores lograron mapear la ciudad y, además del palacio, que había sido parcialmente documentado en 2018, se descubrieron varias otras edificaciones grandes, incluida una enorme fortificación con muros y torres.
Los arqueólogos también hallaron un edificio de almacenamiento de varios pisos y un complejo industrial.
“El extenso complejo urbano data de la época del Imperio de Mitanni (aproximadamente 1550-1350 a. C.), que controlaba gran parte del norte de Mesopotamia y Siria”, mencionó la universidad.
Puljiz indicó: “El enorme almacén es de particular importancia porque en él se deben haber guardado enormes cantidades de productos, probablemente traídos de toda la región”.
Qasim añadió: “Los resultados de la excavación muestran que el sitio fue un centro importante en el Imperio Mitanni”.
PIEZAS MUY BIEN CONSERVADAS
Los investigadores se sorprendieron de lo bien conservadas que estaban las paredes, que en ocasiones alcanzaban alturas de varios metros a pesar de estar hechas de ladrillos de barro secados al sol, que habían estado bajo el agua durante más de 40 años.
De acuerdo con la universidad, “esta buena conservación se debe al hecho de que un terremoto destruyó la ciudad cerca del año 1350 a. C. Tras este, las partes superiores de los muros se derrumbaron y enterraron los edificios”.
Los investigadores también encontraron una serie de artefactos, incluidas más de 100 tablillas cuneiformes que datan del periodo asirio medio, poco después de que el terremoto azotara la ciudad.
El equipo espera que este descubrimiento ayude a obtener información sobre el destino de la ciudad y el comienzo del ascenso de los asirios en la zona.
Pfalzner añadió: “Es casi un milagro que las tablillas cuneiformes hechas de arcilla sin cocer sobrevivieran tantas décadas bajo el agua”.
Los arqueólogos cubrieron los edificios que excavaron con láminas de plástico ajustadas y grava para evitar que se dañen cuando el agua inevitablemente volviera a subir. La universidad informó que el sitio ya está completamente sumergido de nuevo. N
(Publicado en cooperación con Newsweek. Published in cooperation with Newsweek).