La Organización Mundial de la Salud (OMS) informó que está siguiendo dos nuevos linajes de la variante ómicron (BA.4 y BA.5), cuyas “mutaciones adicionales deben estudiarse más a fondo para comprender su impacto en el potencial de escape inmunológico”.
La agencia de la ONU está colaborando con los científicos para comprender mejor su propagación actual, así como cualquier impacto potencial que puedan tener.
Hasta el momento, de acuerdo con los datos que posee este organismo, sólo se han notificado unas pocas docenas de secuencias de estas variantes en un puñado de países, informó este lunes.
Con el objetivo de continuar la evolución adecuada de la pandemia, la OMS alienta a los países a que sigan vigilando el virus. Así como a que compartan rápidamente los datos en la plataforma GISAID, que permite tener un mejor conocimiento del virus, incluidos sus nuevos linajes.
El Comité de Emergencias de la Organización se reunió para estudiar la evolución de la pandemia de coronavirus y emitir recomendaciones a los Estados.
MUERTES A LA BAJA
En la reunión de apertura, el director general de la Organización, el doctor Tedros Adhanom Gebreyesus, dijo que “es gratificante ver una tendencia a la baja en las muertes registradas que la semana pasada fueron las más bajas en los dos últimos años”.
Sin embargo, Tedros ha repetido que la pandemia “está lejos de terminar”. La transmisión sigue siendo muy alta y la cobertura de vacunación sigue siendo muy baja en demasiados países. La relajación de muchas medidas sociales y de salud pública está permitiendo que la transmisión continúe, con el riesgo de que surjan nuevas variantes, explicó Tedros.
Y añadió que “el covid-19 está afectando ahora a los países de maneras muy diferentes”. En los países con alta inmunidad de la población, hay una disociación entre casos, hospitalizaciones y muertes. En otros con menor acceso a las vacunas, el aumento masivo de casos ha provocado un gran número de hospitalizaciones e incluso un mayor número de muertes en comparación con las oleadas anteriores.
Cuando la pandemia acaba de entrar en su tercer año, al director le preocupan tres factores. En primer lugar, el cansancio de la población. En segundo lugar, la duración de la inmunidad derivada de la vacunación o la infección anteriores sigue sin estar clara. Y tercero, no podemos predecir cómo evolucionará el virus.
A pesar de las incertidumbres, recordó que el mundo tiene las herramientas para limitar la transmisión, salvar vidas y proteger los sistemas sanitarios. N