Las abejas melíferas podrían convertirse en las más recientes combatientes del crimen que ayuden a localizar los cuerpos de personas desaparecidas.
En la Universidad George Mason (GMU), de Virginia, Estados Unidos, la Honey Bee Initiative (Iniciativa Abeja Melífera) y el Laboratorio de Ciencia, Investigación y Entrenamiento Forense se unieron para averiguar si la miel que producen las abejas puede ayudar a los investigadores a solucionar casos sin resolver.
Más de 600,000 personas desaparecen en Estados Unidos cada año, de acuerdo con el Sistema Nacional de Personas Desaparecidas No Identificadas (NAMUS). Aunque muchos de estos individuos se encuentran con vida, decenas de miles permanecen desaparecidos y alrededor de 4,400 cuerpos no identificados se rescatan cada año.
La miel de abeja contiene proteínas con información bioquímica sobre lo que comen las abejas. Investigaciones previas han usado esa información para detectar pesticidas en la miel, según dice un comunicado de prensa emitido por la GMU.
Las abejas atrapan moléculas naturalmente cuando entran en contacto con flores, agua y tierra. Los investigadores creen que podrían atrapar compuestos orgánicos volátiles (COV), que están relacionados con la descomposición humana, y llevarlos de regreso a un panal en donde las pistas se vuelven parte de su miel.
ABEJAS EN LA ESCENA DEL CRIMEN
“Las escenas del crimen abiertas siempre han planteado un desafío para los investigadores, particularmente el identificar la ubicación de restos humanos”, dice Mary Ellen O’Toole en el comunicado de prensa. O’Toole es jefa del Programa de Ciencia Forense en la universidad y exagente de la FBI.
“La investigación de abejas nos permitirá demostrar científicamente que identificar la actividad apícola en granjas apícolas o en la vida silvestre, y analizar sus proteínas, puede ayudar a los investigadores a dar con restos humanos”, explicó. “En este caso, las abejas son nuestros nuevos cómplices para combatir el crimen, y eso es ciencia extraordinaria”.
Los investigadores identificaron una sección boscosa de 4000 metros cuadrados afuera del laboratorio forense de la GMU para llevar a cabo su experimento. En noviembre de 2021 plantaron en esta área varias especies de plantas con flores muy aromáticas.
Este mes enterrarán restos humanos donados en las tumbas precavadas. El programa anatómico del estado de Virginia está proveyendo los cadáveres para el experimento.
Ryan Weaver, profesor adjunto del programa de Ciencia Forense de la GMU, dijo al canal WFTX-TV que espera que las abejas melíferas al menos puedan ahorrarles la agonía de esperar respuestas de un ser querido desaparecido a las familias en duelo.
CIENCIA PARA AYUDAR Y OBTENER RESPUESTAS
“Nunca se obtienen conclusiones cuando se pierde a un familiar con las formas que utilizamos en la ciencia forense. Pero las respuestas son algo significativo”, dijo Weaver. “Así que ese es nuestro objetivo principal, ayudar a obtener respuestas”.
Se ha usado la ciencia para solucionar muchos casos sin resolver. Por ejemplo, un caso de 1960 que se resolvió este mes y otro de 1964 que fue resuelto con ayuda de un estudiante universitario el mes pasado.
Y está el caso de un hombre de Florida que fue arrestado después de que la evidencia de ADN de un automóvil abandonado lo conectara con un caso de homicidio sin resolver de hace 25 años.
Newsweek contactó a la Universidad George Mason, pero no obtuvo respuesta al día de publicación de este artículo. N
(Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek)