Sharon Lee Gallegos ya no es más “Little Miss Nobody” (pequeña señorita nadie). La semana pasada, la Oficina del Sheriff del Condado de Yavapai en Arizona, Estados Unidos, y otras varias agencias revelaron finalmente de manera oficial la identidad de Gallegos y una fotografía suya.
A Sharon se le conoció con el apodo de “Little Miss Nobody” por más de 60 años. Sin embargo, los avances científicos en la comparación del ADN llevaron al descubrimiento de su verdadera identidad.
El sheriff del Condado de Yavapai, David Rhodes, dijo, durante una conferencia de prensa, que las fuerzas policiales y otras autoridades suelen reunir suficiente evidencia que pueda ser preservada y conmemorada para poder resolver potenciales crímenes. Este caso tomó mucho más tiempo que los normales, pero él, dijo, ahora se siente aliviado.
“Siempre que ocurre un crimen horrible como este, no importa cuánto haya transcurrido, nunca podemos darnos por vencidos y dejar de buscar. Cuando empiezas con estos casos estás lleno de esperanza, buscando evidencia. Lo intentas resolver rápido, intentas dar rápidamente con los perpetradores”, dijo Rhodes. “Pero conforme pasa el tiempo, esa esperanza empieza a disiparse”.
El caso de décadas sin resolver se remonta al 21 de julio de 1960, cuando una niña de cuatro años de edad fue secuestrada. El rapto sucedió en el jardín delantero de casa de su abuela en Alamogordo, Nuevo México.
SIN EVIDENCIA NI TECNOLOGÍA
En términos de evidencia, lo único con lo que contaba el departamento de policía de Alamogordo y la FBI era un indicio de que los perpetradores, que permanecen desconocidos, al parecer se encontraban en un automóvil verde oscuro Plymouth 1951 o 1952, cerca del lugar del secuestro.
Tiempo después, a 900 kilómetros de ahí, en Arizona, “alguien que estaba afuera recolectando rocas, un hombre de Las Vegas, se topó con el cuerpo de una niña parcialmente enterrado”, explicó el teniente de Yavapai, Tom Boelts.
“Él hombre llamó y nuestros agentes y detectives salieron a recuperar el cuerpo de la menor. Intentaron identificarla, pero no se pudo [el cuerpo estaba parcialmente calcinado]. Claro, eso fue en 1960. La ciencia ha avanzado mucho desde entonces”.
Después de una valoración poco clara de la vestimenta y restos de la niña, así como de una huella de zapato, la investigación se truncó. Y así se quedó hasta el año 2015, cuando la policía se reunió con investigadores de casos sin resolver de Colorado.
Esa reunión resultó en la exhumación de los restos de “Little Miss Nobody”, ese 2015, en Prescott, Arizona, con la esperanza de que se hallara alguna coincidencia del ADN.
LA MAGIA DEL ADN
En 2017-2018, los restos, que incluían un retrato hablado de Gallegos, se enviaron al Centro de Identificación Humana de la Universidad del Norte de Texas. Pero no se logró obtener suficiente información del perfil de ADN.
Sin embargo, entre septiembre de 2019 y octubre de 2021 se volvió más común una nueva tecnología de ADN. Según los oficiales, los familiares vivos de Gallegos obtuvieron el ADN después de que los científicos en el Centro Nacional para Niños Desaparecidos y Explotados se percataron de que la edad de los restos de la niña era más precisa de lo que originalmente esperaban.
Desde 1960 se sospechaba que los restos de la menor muerta correspondían a Sharon Lee Gallegos, la niña secuestrada en la casa de su abuela. Sin embargo, como su cuerpo había sido calcinado, no pudo identificarse por completo en aquel momento. Aun así, la policía nunca perdió el contacto con esa familia.
Así, el caso se reactivó en octubre de 2021, cuando la Oficina del Sheriff del Condado de Yavapai se puso en contacto con Othram, laboratorio especializado en identificación de restos. Este laboratorio usa secuenciación genómica avanzada. En enero de este año se recaudaron más de 4,000 dólares en donaciones, en menos de 24 horas, para ayudar a financiar el análisis del ADN. De tal suerte que Othram anunció en febrero que el ADN coincidía al 100 por ciento con el de Gallegos.
El sobrino de Gallegos, Ray Chavez, estuvo presente la semana pasada en el anuncio. “Nuestra familia está muy agradecida de por fin tener respuestas”, dijo Chavez. “Queremos agradecer a la gente de Prescott por cuidar de mi tía durante 62 años. Gracias por mantener su recuerdo a salvo”.
FORMAS EXTRAÑAS DE RESOLVER CASOS
De acuerdo con un estudio realizado por Scripps Howard News Service, del Reporte Uniforme de Crímenes de la FBI, alrededor de 185,000 casos de homicidio calificado y homicidio doloso se quedaron sin resolver entre 1980 y 2019. Project: Cold Casemenciona que la tasa de éxito para resolver homicidios que ocurrieron entre 1966 y 2019 es de 66.11 por ciento.
Datos de un reporte de 2016 del Departamento de Estadísticas de Justicia, perteneciente a la Oficina de Programas de Justicia de Estados Unidos, mostraron que Estados Unidos cuenta aproximadamente con 18,000 agencias para el cumplimiento de la ley. Pero solo 7 por ciento de estas tienen unidades dedicadas a los casos sin resolver.
Pese a eso, algunos casos sí se resuelven, a veces de formas extrañas. Un caso sin resolver que involucraba a una niña de nueve años de Pennsylvania fue resuelto recientemente con ayuda de un experto en genealogía de 20 años de edad.
La Policía en Carolina del Norte recién resolvió un caso de triple homicidio, de 50 años atrás, después de recibir una pista que involucraba a un hombre preso de 81 años. Una situación similar ocurrió en Virginia, en donde los investigadores están averiguando si un hombre que ya se encuentra en la cárcel cumpliendo una cadena perpetua podría estar implicado en otros casos sin resolver.
Mientras las autoridades en Arizona toman un respiro de alivio tras brindarle algo de claridad a la familia, queda otro agujero en el caso: no está claro qué le sucedió a Gallegos entre el día que fue secuestrada y cuando se descubrieron sus restos.
Las autoridades piden que quien tenga conocimiento de quién cometió el secuestro y asesinato lo reporte para continuar con la investigación. N
(Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek)