DE TIEMPO Y CIRCUNSTANCIAS
La guerra ha estallado. Europa, después de dos años de paz, está inmersa en un conflicto que cuenta con todos los ingredientes para perturbar la estabilidad del continente y del mundo. El casus belli que se esgrime es una fantasía donde se tergiversa la historia. La realidad es que hay una maraña de intereses que pretenden cambiar el orden mundial. ¿Quiénes son los verdaderos actores del conflicto Rusia-Ucrania y cuáles son los objetivos que persiguen?
Comencemos por Vladimir Putin. En 1989 era un espía de la KGB, la agencia de espionaje de la Unión de Repúblicas Socialista Soviéticas (URSS), destacado en Dresde, con entrenamiento de excelencia y fama de golpeador.
Pertenecía a un país cuyo producto interno bruto (PIB) valía 2,600 miles de millones de dólares y que albergaba a 287 millones de habitantes. En 1992 dejó el espionaje y comenzó a desempeñarse como el hombre de confianza del alcalde de San Petersburgo. Su país se había desintegrado, su nueva residencia estaba en San Petersburgo, Rusia, que tenía menos de una cuarta parte del PIB y la mitad de habitantes que la otrora URSS.
En 1999 Putin llegó a la presidencia de Rusia. Durante su primer mandato, el PIB ruso aumentó un 75 por ciento en ocho años. Un crecimiento anual de más del 9 por ciento.
En 2008 Putin salió de su primer periodo presidencial con excelentes credenciales. Se quedó como primer ministro del gobierno, y además dejó a un incondicional en el mando, que habría de ponerle en bandeja de plata la presidencia en 2012. Así, volvió a la presidencia de Rusia y decidió bajarse de ella, si la suerte le es propicia, nunca.
No se requiere mucha imaginación para saber que a Vlad, como buen espía, cuando se le mete una idea entre ceja, oreja, trompa y magín no tiene ningún esqueleto moral que lo inhiba de cometer cualquier inmundicia para lograr su objetivo.
También lee: Aislar a Rusia a nivel político, económico y financiero, la estrategia del G7
La República Socialista Soviética de Ucrania en 1989 era la segunda economía de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas. En 1991, la desintegración de la Unión Soviética estaba en marcha y la clase política del Soviet traía un desmadeje atroz. El 19 de agosto, los querubines de la KGB trataron de dar un golpe de Estado. Al ver eso Ucrania se fue por la libre y el 24 de agosto declaró su independencia de la URSS. La independencia recibió la aprobación del 90 por ciento del pueblo en un referéndum celebrado el 1 de diciembre de 1991. A estas alturas la URSS se había desintegrado y no hubo quién reclamara.
Dos eventos marcaron dramáticamente la relación rusoucraniana. El primero, en 1932, cuando la URSS decidió colectivizar la tierra. La idea fue uno de los grandes errores de Iósif Stalin. La colectivización terrenal desarticuló la producción agrícola y esto trajo la hambruna de Holodomor, en la que los ucranianos murieron por millones. Es imposible saber los números, pues el Estado Soviético ocultó y controló la información.
La segunda fue la central nuclear de Chernóbil que, como suponía un riesgo importante, se colocó en Ucrania. Para ser exactos, en Chernóbil. Así, mientras los ucranianos corrían el riesgo nuclear, los rusos recibían el beneficio de la central: la energía eléctrica.
UCRANIA: UN SENTIMIENTO ANTIRRUSO
La central de Chernóbil estalló y fue el peor desastre nuclear europeo. Quienes llevaron la peor parte fueron los ucranianos. Todo eso hizo que los ucranianos desarrollaran un sentimiento antirruso que se reflejó en una abrumadora mayoría que deseaba separarse de Rusia.
Ucrania, así, había estado sometida desde el siglo XVIII a regímenes tiránicos, y en 1991 decidió dejar atrás su pasado y establecer una democracia en su territorio.
El territorio en cuestión tiene una posición geográfica con enorme valor estratégico. Rusia ha tratado de engullir de nuevo a Ucrania, pero los ucranianos han resistido, y para hacerlo se han aferrado a una democracia funcional y un presidente electo, Volodímir Zelenski. El presidente ucraniano tiene titulo de licenciado en derecho y una vida de novela. En sus inicios integró un equipo empresarial que creó una compañía productora de series televisivas.
Volodímir lo mismo colaboraba en la producción que actuaba. Los actores por lo regular sueñan con interpretar algún personaje, y no sé si Zelenski soñó alguna vez con personificar a Vasyl Petrovych Holoborodko, el personaje que le tocó interpretar en la comedia cómica Servidor del pueblo, en la que Petrovych es un maestro de secundaria que da a sus alumnos una alocución apasionada sobre la necesidad de exterminar la corrupción del gobierno. Un alumno lo filma, sube el video, el video se hace viral, y el pueblo lo convierte en el presidente de su país.
No te pierdas: Ámsterdam: memoria de guerra y cantos de paz por Ucrania
Pero lo que si sé es que Zelenski jamás imaginó que el personaje que interpretaba fuese a convertirlo a él en el presidente de Ucrania. Volodímir llegó, gracias a su personaje, a la presidencia de Ucrania, con el mandato popular de convertir al personaje ficticio en un presidente real. Ha abrazado su encomienda con tal pasión que no mostró ningún miedo cuando Putin, cual vulgar matón, declaró que en cuanto le pusiera la mano encima lo mandaría fusilar primero a él y luego a su familia. Ante esto los estadounidenses ofrecieron sacarlo del país y el presidente de Ucrania contestó: “No necesito un aventón, sino parque para enfrentar al invasor”. Así el drama que vive Europa hoy. Es la batalla entre un artista y un matón, entre la fuerza bruta y la razón.
El último gran conflicto en Europa fue la Segunda Guerra Mundial. Al término de esta las principales ciudades tanto del Eje como de los aliados, en Europa, estaban devastadas. El resultado de esta destrucción hizo que los europeos se acogieran en el ala de los estadounidenses, quienes extendieron su influencia comercial convirtiéndose así en la primera economía del planeta.
Mientras, la URSS se anexó a Polonia, Alemania Oriental, Checoeslovaquia, Hungría, Rumania, Bulgaria y Yugoslavia; además de una rebanada de Japón. Las anexiones fueron por las buenas, por las regulares, y hasta por las malas. Esto la convertía en la segunda potencia mundial después de Estados Unidos.
Los países de Europa, conociendo a los rusos, sabían que estaban convirtiéndose en una amenaza. Por ello, entre Francia, Bélgica, los Países Bajos, Luxemburgo y el Reino Unido crearon una alianza con el objetivo de apoyarse en caso de invasión. Se llamó Unión Europea Occidental. Después de la anexión de Checoeslovaquia por parte de Rusia, Estados Unidos se integró a la alianza, que tomó el nombre de Organización del Tratado del Atlántico Norte, OTAN.
LA URSS NO CUPO EN LA OTAN
La OTAN ha probado ser útil a los países, en función de que cualquier país miembro puede contar con una fuerza militar, integrada por todos los demás, en caso de ser invadido. En 1954 la URSS pidió acceso a la OTAN, pero le fue negado. Esto evidenció que la Alianza del Atlántico tenía por objeto defender a los países europeos de la Unión Soviética, y cuando esta se desintegró, de Rusia y sus aliados.
La OTAN le ha permitido a Estados Unidos establecer bases militares en Europa, en territorios vecinos a Rusia, ventaja que no tienen los rusos. La dócil alianza de Trump con Putin llevó a Trump, mientras fue presidente, a minar la confianza que Europa tenía en los estadounidenses al retirar el apoyo presupuestal a la OTAN. Esto lo ha contrarrestado Biden con un excelente trabajo diplomático. En una medida reciente anunció un apoyo de 350 millones de dólares de ayuda militar a Ucrania.
Volvamos ahora con el travieso Vlad. Cuando Putin regresó a la presidencia, en 2012, llegó con el prestigio de gran promotor del crecimiento ruso, pero en su primer año el crecimiento fue escaso. Para recuperar prestigio decidió poner en práctica su plan de recuperar el imperio, y para medirle el agua a los camotes invadió Crimea y una parte de Ucrania. Europa, en respuesta, le aplicó una serie de sanciones. Eso llevó a que el escaso crecimiento de la economía rusa involucionara a una contracción económica que duró dos años.
Te interesa: Más de 1,000 escritores y premios Nobel condenan invasión rusa contra Ucrania
Putin aprendió la lección, y decidió prepararse financieramente para absorber el daño. Primero disminuyó su exposición al dólar estadounidenses. Desde 2014 aplicó medidas de austeridad y comenzó a acumular reservas monetarias. Su Fondo Nacional de Riqueza ha aumentado poco a poco de 2020 a la fecha y hoy tiene el equivalente a 596,000 millones de dólares, tres veces más de lo que tenía en 2020. Los cálculos de The Economist sitúan estas reservas como el valor de dos años de sus importaciones. En cuanto a inversión, Putin trata de seducir a China derivando hacia ese país una gran parte de sus inversiones y situando la deuda rusa en la moneda asiática. China es la segunda potencia financiera mundial.
Putin decidió invadir Ucrania midiendo cuidadosamente sus tiempos. Lo hace en la mitad del invierno europeo sabiendo que la Unión Europea requiere gas para calentar los hogares, que el 40 por ciento de este gas lo obtiene de Rusia, y en represalia a las sanciones europeas les puede cortar el gas.
Esto provocó que varios de los 27 países que se han reunido para definir las sanciones dudaran para cortar del sistema Swift a Rusia. Al ver esto Putin decidió exhibir su arsenal nuclear. La respuesta airada en protestas masivas en las diferentes ciudades de Europa hizo que a los líderes europeos dejara de temblarles la mano y sacaron al sistema financiero ruso del sistema internacional de pagos Swift. Con esto la moneda rusa cayó en picada.
LA RIQUEZA UCRANIANA
Además, se habrán de bloquear los fondos de los oligarcas rusos en Inglaterra, Europa y Estados Unidos. La respuesta de Putin ha sido: en el frente de batalla, declarar que sus fuerzas nucleares están en alerta máxima; en Rusia, cerrar los cambios, obligando a los exportadores a cambiar sus reservas a rublos; y en lo general, austeridad y apretarle el cinturón al pueblo.
Si la invasión prospera Rusia se apoderará de la enorme riqueza de Ucrania. Con enormes reservas de uranio, titanio, manganeso, hierro, mercurio, esquisto, además de una agricultura que después de alimentar a toda Rusia aún puede exportar alimentos, una industria sofisticada y productiva. Si esto no fuera suficiente, el valor estratégico de desplegar misiles rusos en Ucrania convierte a Rusia en una amenaza mortal para Europa, pues todo el continente quedaría a su merced.
Así, Putin quedaría como el gran héroe reunificador, Europa se encontraría permanentemente bajo una espada de Damocles y la alianza rusochina cambiaría el orden mundial.
Pero si la presión internacional lleva a Rusia a la quiebra y Putin decide retirarse, Vladimir quedaría acabado políticamente, y Rusia, desprestigiada internacionalmente. El mundo verá la necesidad de neutralizar a Rusia como potencia militar.
China en este conflicto pudo ser uno de los grandes ganadores, pues una alianza con Rusia le daría el apoyo de un ejército operativo en el combate. Pero ante las imprudencias de Putin, sabe que de aliarse a él puede ser la gran perdedora. En redes sociales, la agencia informativa china Xinhua expresó: “China debe apoyar moral y emocionalmente a Rusia, evitando afectar los intereses de Estados Unidos y la UE. China necesitará el apoyo de Rusia en el asunto de Taiwán”.
Te recomendamos: Ucrania comparte caricatura de Hitler mimando a Putin
Taiwán es un país independiente y la República China quiere anexárselo. Pero si los europeos, ante el peligro de alianza entre Rusia y China, decidieran reducir o cortar lazos comerciales con China, el golpe a su economía sería demoledor.
En días recientes, Xi Jinping urgió a Putin a iniciar negociaciones. Esto nos dice dos cosas; que el líder chino ve que Europa unida logró que se le voltee el chirrión por el palito a Putin, y que la alianza es más un deseo imaginado que una realidad concreta. La presión a la que se ha sometido a Rusia por varios flancos ha tenido efecto, pues van varias rondas de negociaciones y Putin dice que para retirarse quiere que se le reconozca la soberanía sobre Crimea y algo que solo Putin sabe bien a bien qué significa: que se desnazifique Ucrania. Lo primero no es complicado, pues Crimea está invadido por los rusos. Lo segundo solo es para taparle el ojo al macho.
El peligro nuclear es inminente y hay dos frentes de batalla. Por un lado, Rusia se enfrenta a Ucrania, en una invasión salvaje e injustificada. Mientras, Ucrania resiste, con valor y patriotismo, la criminal embestida del oso moscovita. En el otro frente, Europa y Norteamérica se enfrentan a Rusia para obligarla a recular sacándola del sistema financiero y aplicando las más severas sanciones económicas al tiempo que apoyan la resistencia ucraniana. Es una batalla clásica entre la razón y la fuerza, pero en este caso no es la fuerza bruta, sino algo peor: la fuerza nuclear.
El resultado de esta crisis habrá de marcar nuestro futuro.
VAGÓN DE CABÚS
El secretario de Turismo de México, Miguel Torruco, en un alarde cuatroteísta de solidaridad diplomaticoturística, a través de un tuit ofreció a Aeroflot, la línea aérea rusa, la entrada a nuestro espacio aéreo, al tiempo que Europa y Estados Unidos cerraban sus espacios aéreos a esta aerolínea. Después su hada madrina encendió una pequeña luz en su cerebro y don Miguel retiró su tuit. Hágame usted el favor. Ver para creer. N
—∞—
Salvador Casanova es historiador y físico. Su vida profesional abarca la docencia, los medios de comunicación y la televisión cultural. Es autor del libro La maravillosa historia del tiempo y sus circunstancias. Los puntos de vista expresados en este artículo son responsabilidad del autor.