En este inicio de año queremos comenzar nuestras reflexiones ayudando a visualizar formas positivas de ser líder en esta época. Y queremos aprovechar una de las formas de entretenimiento que más se han popularizado en tiempos recientes: las series.
El aprendizaje puede darse en cualquier momento. Lo único que se requiere es reflexionar, cuestionar y desarrollar un pensamiento crítico que, de acuerdo con Francis Bacon, consiste en “tener el deseo de buscar, la paciencia para dudar, la afición de meditar, la lentitud para afirmar, la disposición para considerar, el cuidado para poner en orden y el odio por todo tipo de impostura.”
Así que hoy queremos hablarles de tres series que pueden ayudarnos a aprender sobre una forma de ser líder más consciente y humana.
En la serie New Amsterdam, el nuevo director del hospital, Max Goodwin, busca transformar el hospital público más antiguo de la ciudad de Nueva York. El doctor desea priorizar la salud y romper la burocracia que lo caracteriza. La pregunta constante que como líder hace es: ¿cómo puedo ayudarte? Así, fortalece la idea de que el líder se encuentra en la base de una pirámide organizacional invertida y que su posición es una oportunidad de servir. Además, busca consistentemente apoyar a sus colaboradores a lograr sus metas y abre el camino para la innovación en lugar de obstaculizarla.
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Esto requiere desarrollar la habilidad de escuchar y llevar a cabo acciones que respondan de manera concreta a lo que surja de esta pregunta. Por ello, el protagonista se arriesga a equivocarse junto con su equipo. Y cuando incita a que se intente algo está dispuesto a poner a su disposición los recursos necesarios para lograrlo. La serie New Amsterdam nos recuerda que en cualquier organización nosotros somos parte del sistema y que cambiando cada uno podemos transformar nuestros espacios de trabajo. Esta serie la pueden encontrar en Netflix.
Ted Lasso es una multipremiada serie en la que conocemos a Ted, un entrenador de futbol americano colegial que es contratado como director técnico de un equipo profesional en Reino Unido. Si bien al inicio la premisa puede parecer que será una comedia ligera sin mayor trascendencia, lo que se descubre es un buen hombre, en todo el sentido de la expresión. Con sus luces y sombras, trata de ayudar a florecer el grupo de jóvenes que pusieron en sus manos y a su equipo de colaboradores.
En el libro Practicing Positive Leadership, Kim Cameron explica que lo que define a un liderazgo positivo es la implementación de múltiples prácticas positivas. Estas ayudan a los individuos y a las organizaciones a alcanzar su máximo potencial y a florecer en el trabajo. También, a experimentar niveles altos de energía y lograr niveles de efectividad que serían difíciles de lograr de otras formas. Y justo esta serie nos muestra un estilo de liderazgo así: generador de un clima positivo a través del optimismo, la diversión y el humor, con habilidades de comunicación asertiva y empática.
Todo tiene el desafío de conectar el propósito del equipo con el personal de cada miembro. Para ello, la construcción de relaciones positivas y el sentido de pertenencia son tan importantes (o incluso más) que ganar todos los partidos de la temporada.
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Esta serie no los dejará indiferentes y es posible que incluso les genere ganas de incorporar en su propio estilo de liderazgo algo del estilo Ted Lasso. Pueden encontrarla en AppleTV+.
La última serie que queremos recomendarles pueden encontrarla en Netflix y se llama El manual del juego. En esta conocemos historias de cinco entrenadores deportivos: Doc Rivers (basquetbol varonil), Jill Ellis (futbol femenil), José Mourinho (futbol varonil), Patrick Mouratoglou (tenis) y Dawn Stanley (basquetbol femenil). Todos diferentes, cada uno tiene una trayectoria inspiradora y valiosas lecciones de liderazgo.
A escala individual veremos la importancia de ser auténtico y de encontrar tu propia voz como líder. Asimismo, observaremos el valor de tomar riesgos y perseverar para lograr las metas, así como entender que el éxito es un momento efímero y que hay que seguir creciendo y aprendiendo porque nadie es infalible, pero siempre se puede aprender del error.
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Igualmente descubriremos en esos relatos la importancia de conocer de manera profunda a tu equipo, de crear un auténtico sentido de comunidad en el que revelamos y potenciamos nuestro propio valor a través de otros. Y en ese trabajo con otros veremos que es fundamental desarrollar herramientas para ayudarles a vencer creencias limitantes y reconocer su potencial incluso en medio de las adversidades. También, utilizar el poder del efecto Pigmalión (influencia que ejerce la creencia de una persona en el rendimiento de otra) para mejorar los resultados y para ayudarles a mejorar no solo como individuos, sino a que sean mejor equipo, aprovechando todo el potencial de cada uno para ponerlo al servicio del conjunto.
Nuestra recomendación es disfrutar esta serie poco a poco, incluso tomando notas de lo que cada uno extrae de esas increíbles clases magistrales para después visualizar esas lecciones en el propio contexto.
En conclusión, hay mucho que podemos aprender de estas series. Pero queremos resaltar lo siguiente: recuerde ser un líder que pregunte con más frecuencia en lugar de afirmar. Escuche con mente abierta, esté dispuesto a correr riesgos, comparta un propósito superior. Busque la colaboración y el trabajo en equipo, tenga fe en sus colaboradores aún más de lo que ellos creen en sí mismos. Sea optimista, soñador y valiente y, sobre todo, disfrute su trabajo con pasión y alegría. Recuerde siempre, como afirma Simon Sinek, experto en liderazgo, que ser líder no consiste en estar al mando: consiste en cuidar de las personas a tu cargo. N
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Mayte Barba Abad es profesora de liderazgo de la Escuela de Negocios del Tec de Monterrey, campus Cuernavaca; Luis Gerardo González López es profesor asistente de gestión y liderazgo de la Escuela de Negocios del Tec de Monterrey, campus Toluca; y Jorge Alberto Ordóñez Tovar es director de la división de Negocios del Tec de Monterrey, campus Puebla. Los puntos de vista expresados en este artículo son responsabilidad de los autores.