Con innovación tecnológica mexicana, el proyecto Colmena, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), utilizará microrrobots que aterrizarán en la luna en junio próximo. Esta es la primera misión mexicana y de la UNAM de exploración lunar.
El Laboratorio de Instrumentación Espacial (LINX) del Instituto de Ciencias Nucleares (ICN), con la participación de aproximadamente 200 alumnos de ingeniería, física, matemáticas y química, han creado cinco microrrobots que llegarán a la luna con la misión de explorar la superficie y sus características.
Los cinco robots miden 12 centímetros de diámetro por 1.5 de altura y su masa en conjunto es de solo 605 gramos.
El quinteto cuenta con un sistema que les permite soportar el viaje hasta la luna. A su llegada serán desplegados aleatoriamente sobre la superficie del satélite natural.
El conjunto de exploración robótica tendrá que resistir 62 veces la aceleración de la gravedad y temperaturas que oscilan entre menos 120 y más 120 grados centígrados.
“Nadie ha hecho microrrobots tan pequeños para llevar al espacio como los que hicimos; es algo que se hace por primera vez a nivel internacional. Conseguimos, con muy poca masa, hacer una estructura capaz de soportar el viaje hasta la luna”, comenta en entrevista con Newsweek México el investigador de ICN y líder del proyecto, Gustavo Medina Tanco.
El viaje interplanetario de Colmena tendrá una duración de 30 a 60 días. La misión después del alunizaje tomará solo parte del periodo diurno de un día lunar, que equivale a 29.5 días terrestres.
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Medina Tanco detalla que la misión tiene objetivos científicos y de ingeniería estrechamente relacionados con las propiedades de las superficies de cuerpos rocosos que no poseen atmósfera y que, por tanto, están expuestos de manera directa a la radiación ultravioleta, viento solar y al bombardeo de micrometeoritos.
LA LLEGADA DE MÉXICO A LA MINERÍA ESPACIAL
Gran parte de la tecnología actual está basada en el uso de metales preciosos que no son abundantes en la superficie de la tierra. Por ello, Medina Tanco advierte: “En pocas décadas, materiales como el platino serán difíciles de encontrar”.
El investigador añade que la minería espacial será una buena oportunidad para utilizar superficies de otros cuerpos, como lunas y asteroides. “Hay algunos asteroides, con un diámetro de un kilómetro, que contienen un trillón de dólares en platino”. Otros ejemplos de gran importancia son tierras raras, Helio-3 y agua.
Colmena se presenta como una herramienta útil y novedosa con el interés en el desarrollo de la minería espacial. La misión utilizará las capacidades de microrrobótica con la meta de que el país se integre a consorcios de investigación, exploración o explotación comercial, todo ello mediante actividades como la minería en el espacio.
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El líder del proyecto agregó: “Esta misión va a ser seguida por otras y ya estamos preparando una nueva generación de robots para avanzar en esa dirección”.
MICRORROBOTS MEXICANOS
Los microrrobots mexicanos serán acompañados de cargas útiles de la NASA y de la Agencia Espacial Alemana en el cohete Peregrine, de la empresa estadounidense Astrobotic. Recorrerán 384,400 kilómetros que separan a la tierra de la luna.
Los robots mexicanos tendrán que enfrentarse al regolito, una capa límite de aproximadamente 20 centímetros de altura sobre la superficie lunar que forma un medioambiente específico. Este polvo, explican, es sumamente agresivo, por lo que será uno de los mayores obstáculos para la misión.
Al vencer al regolito tendrán que generar un sistema de georreferencia a partir de una distribución aleatoria inicial. El objetivo consiste en lograr trabajar de forma cooperativa, como un pequeño enjambre.
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Una vez realizada esta primera fase de investigación en ingeniería se pasará a la científica. En esa segunda etapa realizarán mediciones que nunca se han hecho, es decir, de temperatura de plasma, atenuación electromagnética y tamaño de las partículas en levitación del regolito, entre otros aspectos. N