Una habitación con luces rosa pinta los torsos desnudos de hombres que bailan entre la noche. La testosterona inunda cada rincón de la atmósfera, excepto por la mujer embarazadadisfrazada de varón para que no descubran que es una asesina. El nuevo filme de Julia Ducournau, realizadora francesa conocida por Raw (2016), es el surrealismo del terror moderno en el cine de autor europeo.
Ganadora de la Palma de Oro en el festival de Cannes de 2021, Titane cuenta la historia de Alexia, protagonizada por Agathe Rousselle, una joven bailarina que busca provocar violencia como su motivación principal: violencia por violencia.
Desde agredir a sus padres, a su pareja y a quien se cruce en su camino, la mujer emprende un viaje de tortura, sexo y redención.
A través de su viaje, Alexia se va transformando desde afuera hacia adentro. Comienza por romperse la nariz y rasurarse las cejas hasta aceptar que no puede lidiar con las consecuencias de sus actos sola y que está en busca de alguien a quien amar.
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Como una buena mezcla de Luis Buñuel, Gaspar Noé y Leos Carax, la nueva película de Ducournau es una oda al gore, el surrealismo, el terror y la ciencia ficción. Cuando presentan una historia con bases lo suficientemente bien erigidas para sostener lo más improbable como ciborgs asesinos en una academia de bomberos, entonces puedes contar con que, no importa qué tan descabellada sea una historia, estarás completamente de acuerdo con lo que se presente ante tus ojos.
El cine de la directora parisina es reconocido por su crudeza, pesadez y carnosidad. Sangre, sexo, aceite de automóvil y lágrimas moliéndose hasta formar una plasta de cinematografía aunada a la brutalidad de la agresión que un ser humano puede hacer por amor. De esposa a esposo, de padre a hijo y de madre a bebé, la cascada de pasión llega hasta el embalse de la pregunta que configura la trama: ¿Qué estás dispuesto a hacer con tal de no estar solo?
Como un trago amargo del que no quieres parar de beber, Titaneorilla a los personajes a hacer cosas inimaginables para conseguir lo que buscan. Motivos descomunales conllevan acciones desgarradoras, como bien lo presentan en la última ganadora de la máxima estatuilla en los festivales franceses.
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El cine de la escritora y directora de La Fémis de París ha presentado un elemento constante en su composición sonora: la música aparenta un ambiente de descontrol, diversión, éxtasis y peligro inminente. Con una mezcla de tecno, ambiente y algunas selecciones de cultura popular occidental como The Zombies y pasando por clásicos como Johann Sebastian Bach, Titane se transforma en una experiencia inmersiva llena de estímulos tanto negativos como positivos; una obra que fluctúa entre momentos esperanzadores y otros turbios que inducen una cierta sensación de pánico.
La última producción de Canibal y Canal+ con Julia Ducournau es una cinta que, sin duda, cuesta trabajo de digerir y no es para todo público. Por otro lado, Titane es un gran ejemplo sobre cómo se ha transformado la estética dentro de conceptos como el amor, la fraternidad y la familia, porque muchas cosas bonitas tienen que ser desagradables para alcanzar un punto de entendimiento inicial sobre temas tan complejos como el de la esencia del ser humano. N