A menos de un kilómetro de la entrada principal al municipio de Jesús María es posible observar los colores naranja y amarillo de la flor de cempasúchil, especie endémica de México que desde las primeras civilizaciones era utilizada como una ofrenda a los muertos.
La flor era considerada por los mexicas como un símbolo de vida y muerte.
Aún y con la pujante urbanización del municipio, las parcelas de la flor de cempasúchil sobresalen por su color y tamaño en comunidades como los Vázquez, San Antonio, Paso Blanco y San Miguelito, la mayoría de ellas con altas condiciones de marginación.
Desde hace 35 años, Marcial Lomelí siembra la flor de cempasúchil en una hectárea de sus terrenos. La superficie la complementan ínfimos sembradíos de rábanos, maíz, alfalfa y frijol, pero ninguno sobresale como la “flor de los muertos”.
“Aquí sí nos alivianamos más de la florecita, porque de la milpa y la alfalfa nomás va saliendo para los gastos, nos rinda más que con el maíz o el frijol, aparte es una flor que no es de mucha agua”.
El temporal de lluvias, que ya sobrepasó el promedio anual para Aguascalientes (520 milímetros), ha favorecido el cultivo de la flor, después de que el año pasado se tuvo una crisis económica por el inicio de la pandemia del Covid-19 y las restricciones que le siguieron, como el cierre de los panteones.
“Bendito sea Dios, la crisis ya pasó, el año pasado estuvo más triste por los panteones que estuvieron cerrados, ahorita se está moviendo más, el año pasado sí se nos quedó un 40% de las flores que cultivamos, en el Agropecuario no compraban porque no estaban abiertos los panteones”.
El proceso de siembra de la flor de cempasúchil inició desde el mes de julio y se espera terminar de cortar los cultivos durante esta semana, agrega Don Marcial.
“Trabajamos toda la familia y otros dos trabajadores que traemos, es un trabajo de sol a sol, desde la mañana y hasta la tarde, aquí no hay hora, a veces nos la pasamos regando en la noche”.
Aunque en México hay 35 especies de esta flor, la más vendida sigue siendo la de color naranja, aunque poco a poco se han ido introduciendo otros colores.
Además de la familia de Marcial, esta actividad brinda empleo temporal a campesinos y agricultores de la región, así como a comerciantes de otros puntos de Aguascalientes, como el centro comercial Agropecuario, en donde se puede revender la flor hasta el doble de su precio.
“Veo que en esta ocasión el mercado de la flor está bueno, hay mucha competencia, pero para todos hay, el sol sale para todos”.