Para Angélica Fuentes Téllez, las mujeres mexicanas se tienen que esforzar el doble para derribar las barreras que enfrentan en el mercado laboral. Debido a que las condiciones en el trabajo fomentan las desigualdades de género, el emprendimiento ha sido un medio para compaginar sus actividades domésticas con la posibilidad de generar un ingreso propio.
La empresaria reconoce la consistencia y tenacidad femenina, que se ha reflejado en los casi 130 millones de mujeres que dirigen empresas consolidadas a nivel global. Los datos del Global Entrepreneurship Monitor (GEM) indican que esta cifra ha crecido 114% con respecto al número de mujeres que dirigían negocios hace 20 años.
Fuentes Téllez destaca que a pesar de la falta de políticas y acciones con perspectiva de género, así como la perpetuación de los roles de género tradicionales, el emprendimiento femenino se abrió paso entre obstáculos como la falta de financiamiento y el limitado acceso a créditos. En Latinoamérica, la tasa de participación femenina en emprendimientos es 17.3%, superior a la existente en Asia, Europa y Norteamérica.
Angélica Fuentes resalta que tras la pandemia, el Instituto Mexicano para la Competitividad A.C. (IMCO) informa que en México el 26% del total de mujeres ocupadas son emprendedoras. Sin embargo, 82% de las emprendedoras, 4 millones 286 mil mujeres, operan en la informalidad, denotando una marcada diferencia en los ingresos, pues el de las formales es 2.5 veces mayor.
“Es importante resaltar la capacidad de resiliencia de las emprendedoras. De acuerdo con cifras de la Organización Mundial de Comercio, el Covid-19 afectó negativamente al 87% de las empresas lideradas por mujeres. Sin embargo, esto no representó un obstáculo para que las mujeres continuaran trabajando para generar un ingreso y procurar el bienestar de sus familias.”.
La inercia en el avance del emprendimiento femenino tras la pandemia se ve reflejada con datos del reporte Mastercard Index of Women Entrepreneurs, que precisa que un 42% de las emprendedoras mudaron durante el 2020 sus modelos de negocio al universo online; mientras que el 37% desarrollaron negocios nuevos como respuesta a las necesidades contextuales; y el 34% identificaron nuevas oportunidades de negocio.
“También es importante puntualizar que las motivaciones de las mujeres emprendedoras son diversas: un 48% persigue cristalizar sus pasiones, 43% están incentivadas por alcanzar la independencia financiera y 41% buscan oportunidades que les brindan flexibilidad para desarrollarse en el ámbito laboral”, indicó Angélica Fuentes.
Estados Unidos, paraíso para el emprendimiento
El reporte Mastercard Index of Women Entrepreneurs muestra también que América Latina es una región con potencial para impulsar el emprendimiento femenino, siendo los mejores cinco países para su desarrollo Colombia, Chile, Argentina, Brasil y México, en ese orden.
No obstante, Angélica Fuentes considera que en América las mejores condiciones yacen en el entorno estadounidense, donde las mujeres lanzan más de 1200 nuevos negocios todos los días, y en California se encuentran 1.3 millones de propietarias de empresas, una cifra muy significativa.
De acuerdo con Alan D. Solomont, ex Embajador de los Estados Unidos en España y Andorra, existen dos factores para entender el éxito del emprendimiento en la Unión Americana: el primero es cultural, al entender que Norteamérica ama a sus emprendedores y les concede un estatus más alto y mayores recompensas que en ningún otro país del mundo. El segundo es que los EE.UU. han desarrollado una arquitectura de políticas públicas a través de leyes, relaciones institucionales e incentivos financieros que estimulan y apoyan el esfuerzo de los emprendedores.
“Lo más sobresaliente es que estos beneficios para el emprendimiento en suelo norteamericano no son privativos para un grupo. Por ejemplo, a principios del 2020 había 1.9 millones de mujeres latinas propietarias de empresas, las cuales empleaban a más de 550 mil 400 trabajadores y generaban alrededor de 97 mil millones en ingresos”, puntualizó.
*BC