El Mundial-2014 le dejó a Brasil un ramillete de estadios de primer nivel, propiedad de los clubes, gobernaciones o alcaldías. Pero la realización de partidos depende de los estados. Ayer varios estados manifestaron su intención de prohibir partidos en sus estadios.
El gobernador de Sao Paulo, Joao Doria, rival político de Bolsonaro, dijo que la Copa América no será realiza en su ciudad. “En este momento, la realización del torneo representaría una mala señal de enfriamiento en el control de la transmisión del coronavirus”, anunció vía Twitter.
José David Urbáez, miembro de la Sociedad Brasileña de Infectología, le dijo a la AFP que “no hay cómo calificar la insanidad de intentar un evento de esa magnitud aquí”.
Desde algunas semanas, el promedio de muertes en Brasil se estabilizó por debajo de las 2 mil diarias, un cifra muy inferior al pico de 4 mil fallecidos registrados en abril. Sin embargo, los expertos temen una tercera ola, en medio del relajamiento de las restricciones, la oposición de Bolsonaro a las cuarentenas por su impacto económico, la llegada de nuevas variantes y una lenta campaña de vacunación (menos del 11% de los 212 millones de habitantes inmunizados con las dos dosis).
La noche del lunes, Ramos dijo que la celebración del torneo en Brasil —anunciada horas antes por la Conmebol— no estaba confirmada y que el gobierno le había puesto condiciones a la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) para acogerlo, como que no haya público y que todos los miembros de las delegaciones sean vacunados.
La decisión de recibir la Copa América aumentó el ruido político contra Bolsonaro, sacudido por protestas callejeras que el sábado reunieron a cientos de miles de personas en las principales ciudades del país.
Los manifestantes apuntaron principalmente a la caótica gestión de la pandemia del mandatario ultraderechista, quien la ha llamado “gripecita”, promueve aglomeraciones y cuestiona la eficacia de las vacunas.
A la presión política se sumaron amenazas judiciales. El Partido de los Trabajadores, del expresidente izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva, favorito para las presidenciales de 2022, según las encuestas, pidió la víspera al Supremo Tribunal Federal suspender las negociaciones para hacer el torneo.
El senador Renan Calheiros, relator de la comisión que está investigando eventuales “omisiones” por parte de Bolsonaro en la emergencia sanitaria, llamó este martes a jugadores y comisión técnica de la ‘Selecao’ a oponerse a la Copa América en Brasil, a la que se refiere como el “campeonato de la muerte”.
“Ese no es el campeonato que necesitamos disputar ahora. Necesitamos disputar el campeonato de la vacunación. Ese es el campeonato que necesitamos ganar y usted necesita marcar goles para que ese marcador sea alterado”, afirmó Calheiros. N