SIN LUGAR a dudas el turismo ha sido uno de los sectores económicos que han sido afectados de manera abrumadora por la pandemia.
Es de suma importancia que tanto el sector privado, gobierno y nosotros como consumidores apoyemos esta industria por la gran cantidad de empleos y la derrama económica y de divisas que genera.
De acuerdo con datos del Inegi, en 2019 el turismo representaba un 8.7 por ciento del PIB de México. En cuanto a empleos, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, en 2019, del total de la población económicamente activa de 56.7 millones de mexicanos, los empleos que genera el rubro de restaurantes y servicios de alojamiento son de 8.1 por ciento. Es decir, antes de la pandemia el sector turismo y restaurantero generaba casi 4.6 millones de empleos.
Lo anterior sin considerar los empleos que genera el sector construcción en las zonas turísticas.
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Veamos el caso de Quintana Roo. Analizando los datos del tercer trimestre de 2020 de este estado, donde sin duda el turismo es el principal motor económico, la población ocupada disminuyó en casi 15 por ciento a 709,451 personas o equivalente a la pérdida de 122,292 empleos.
En específico, de los empleos de turismo y restaurantero se perdieron 100,000. Esto considerando que dichas actividades se reabrieron de manera intensa en el tercer semestre de 2020 que tuvo una recuperación en comparación con el segundo semestre del mismo año.
Si extrapolamos ese porcentaje a nivel nacional se habrían perdido mundialmente alrededor de 500,000 o 600,000 empleos en este sector.
Adicional a la pérdida de empleo hay una tendencia de erosión en las horas trabajadas y, por ende, la percepción de ingresos. El porcentaje de personas que trabajaba más de 35 horas bajó de 78.8 a 64.3 por ciento.
INFORMALIDAD Y SU EFECTO EN LA POBREZA
Lo que me preocupa es que este deterioro conlleva eventualmente a que estas personas se vean obligadas a subsistir en la informalidad. Para 2018 los estados más pobres del país según el CONEVAL son Chiapas, Guerrero y Oaxaca (76.4, 66.5 y 66.4 por ciento de su población). En estos podemos ver que el nivel de informalidad laboral es arriba del 75 por ciento.
En los estados con menos población en pobreza como Nuevo León, Coahuila, BCS y BCN la informalidad laboral es de alrededor de 36 por ciento. Estos estados se caracterizan por la alta vocación industrial, y turística en el caso de BCS. Saque sus conclusiones informalidad/pobreza.
En Quintana Roo la informalidad laboral es de 48 por ciento contra la media nacional de 54.2 por ciento.
A escala nacional, en 2019, según Banxico, el monto de entradas por divisas que aportó el turismo ascendió a 24,500 millones de USD o alrededor de un 12 por ciento del saldo de las reservas internacionales. Al cierre de 2020 este monto fue de 11,024 millones de USD, una caída de 55 por ciento. Para el número de visitantes este se desplomó en casi 48 por ciento y el gasto promedio tuvo un retroceso de casi 15 por ciento.
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Para darnos una idea de lo relevante que es el turismo, de las exportaciones totales que en 2019 ascendieron a 460,704 millones de USD el rubro de la industria sin chimeneas representó alrededor de un 6 por ciento contra las exportaciones petroleras de un 3.5 por ciento.
Con estos datos podemos concluir con certeza hacia dónde deben de ir orientadas las políticas públicas del gobierno. Afortunadamente, el peso del petróleo en las exportaciones y en los ingresos públicos cómo porcentaje del PIB ha disminuido considerablemente, lo que hace menos susceptibles las finanzas públicas a los vaivenes del precio del petróleo e inyecta menos inestabilidad al país.
Por otro lado, es muy triste ver la creciente entrada de divisas por concepto de las remesas enviadas por los paisanos, las cuales para 2020 ascendieron a un récord de más de 40,000 millones de USD. No es para celebrar, es que algo se está haciendo mal.
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Con toda esta información es necesario que todos los esfuerzos que está llevando a cabo la iniciativa privada en el sector turismo y restaurantero para mantenerse a flote y cuidar su plantilla laboral sean apoyados con labores de promoción, medidas de salubridad y certeza jurídica a la inversión por parte del gobierno federal.
Nosotros como mexicanos deberemos privilegiar el viajar a los múltiples y variados destinos turísticos que tenemos en nuestro país.
Tenemos las mejores playas, pueblos mágicos, ciudades coloniales, destinos naturales, museos y una riqueza histórica y gastronómica como ningún otro lugar en el mundo. Consumamos lo nuestro. Amemos a México. N
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Julio I. Puon Choypool es profesor de la Escuela de Negocios del Tec de Monterrey. Los puntos de vista expresados en este artículo son responsabilidad del autor.