Hace varias semanas cuando el pánico al COVID-19 creció en la primera oleada, surgieron vendedores de “Kits de pruebas” por redes sociales para identificar si alguien se había enfermado y ya contaba con anticuerpos. Hubo de diferentes marcas, precios y origen de la prueba.
Algunos incluso vendían pruebas al mayoreo entre sus conocidos para hacer negocio, sin embargo, el aval de laboratorio no existe en esas pruebas rápidas, aunque algunas marcas avalan que son aprobadas e incluso realizadas con rigor científico.
La gente normalmente no sabe que existen pruebas de antígenos y anticuerpos, así como que pueden dar falsos positivos o negativos. Y que las “pruebas rápidas” son diferentes de las de PCR. El detalle de las tomas de moco que se hacen en casa para pruebas no importa que sean avaladas científicamente, es que pueden ser mal tomadas las muestras, principalmente con el hisopo que se debe introducir en la nariz.
La prueba PCR permite detectar un fragmento o pedazo de material genético del virus, es una prueba que se hace desde mucho tiempo atrás y con la muestra se busca una reacción en cadena de la enzima polimerasa (Reacción en Cadena de la Polimerasa significa PCR en inglés), puede tenerse el resultado en breve tiempo para saber si alguien está infectado. Mientras que las llamadas “rápidas” son las que detectan anticuerpos a través de sangre y otras de este tipo también detectan proteínas del virus, tomando la muestra con el hisopo para raspar el moco.
A partir de que es requisito para abordar un avión con destino a Estados Unidos y otras partes del mundo realizarse una prueba de COVID-19 y presentar resultado negativo, así como de los que se quieren ir de vacaciones o regresan a su casa, han proliferado vendedores de pruebas, otra vez por redes sociales y en tianguis callejeros.
Los sitios turísticos han tomado previsiones, como en el aeropuerto internacional de Mérida donde se instaló un módulo de pruebas rápidas de antígeno a cargo de un laboratorio privado, que según informó el gobierno estatal, cumple con los requisitos que marca el Centro de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos para los viajeros.
En Quintana Roo uno de los principales destinos de los viajeros norteamericanos, La secretaria de Turismo Marisol Venegas, explicó que se instalaron módulos en aeropuertos y hoteles con capacidad para efectuar unas 16,000 pruebas diarias para la seguridad de los viajeros.
En el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México también se instalaron módulos de laboratorios que efectúan la prueba a quien no se la hicieron previamente y van a viajar.
Los precios de las pruebas varían de acuerdo al laboratorio y la ciudad donde se los practican, desde 500 pesos hasta más de 1,000 pesos. En promedio entregan resultados en 30 minutos después de la toma de muestra, más el tiempo que esperan para su turno si es que hay muchos viajeros. Así que prevenga si va al extranjero, el resultado tiene validez máxima de 72 horas al momento de llegar a su destino.