LA DERECHA opositora en El Salvador pidió este martes a una comisión del Congreso que aplique la Constitución y estudie “la incapacidad mental” del presidente Nayib Bukele para gobernar, quien a su vez advirtió de un “intento” de golpe de Estado parlamentario.
“Solicito se proceda a aplicar el procedimiento que nos faculta el artículo 131 numeral 20 de la Constitución y se proceda a declarar la incapacidad mental del presidente Nayib Bukele”, señaló el diputado Ricardo Velásquez en una propuesta dirigida a la Comisión Política del Congreso.
El mandatario reaccionó a ese pedido y denunció que este es un “intento de golpe de Estado parlamentario”, que viene a ocurrir a pocos días de las elecciones municipales y legislativas del 28 de febrero, ante las cuales los partidarios del mandatario figuran como favoritos.
“Es increíble, pero revelador, ver a los autoproclamados ‘defensores de la democracia’ mantener total silencio”, ante la intención de la derecha, sostuvo Bukele, en referencia a organismos locales e internacionales que le han catalogado de autoritario.
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Velásquez, de la opositora Alianza Republicana Nacionalista (Arena), señaló en su pedido que el mandatario ha dado “notorias” muestras de “su incapacidad mental” mediante un discurso “de odio, no tolerancia, agresiones”.
En virtud de ello, el diputado pide a la Comisión aplicar el artículo 131 de la Constitución que en su inciso 20 establece “declarar, con no menos de los dos tercios de votos de los diputados electos (56 votos), la incapacidad física o mental del presidente (…) para el ejercicio de sus cargos”.
En caso de que la Comisión, en un plazo no establecido, decida dar luz verde a la petición de Velásquez, la decisión sobre declarar la incapacidad presidencial recaería sobre un equipo de cinco médicos nombrados por el Congreso.
Velásquez, un abierto crítico de Bukele, dijo que el mandatario “se siente por encima de la legalidad” y consideró que “o estamos ante un delincuente o estamos ante un loco, un trastornado que carece de las facultades mentales para ejercer el cargo”.
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Bukele indicó que ha destapado “ante todos” y “sin que quede ninguna duda, que Arena y el FMLN en realidad son aliados, los intereses que defienden son los mismos”.
El Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN, izquierda), antigua guerrilla devenida en partido político, también es un firme opositor al gobierno de Bukele.
El Salvador vivió una cruenta guerra civil entre 1980 y 1992. Los Acuerdos de Chapultepec, que pusieron fin al conflicto, fueron negociados entre el FLMN y la Arena, que en ese momento ostentaba el poder.
Hasta el momento, el bloque opositor no ha comentado sobre la posibilidad de una aceptación de la solicitud, aunque poseen los votos necesarios para hacerlo. La Comisión Política está integrada por 13 miembros, diez de ellos opositores (incluido un diputado independiente) y tres oficialistas.
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La situación se produce en momentos en que diversas organizaciones salvadoreñas exigieron este martes en las calles a Bukele “nunca más” militarizar el Congreso, como sucedió el 9 de febrero de 2020, en un hecho que fue calificado por la oposición como un intento de golpe de Estado.
“Nunca más un 9F (9 de febrero), nunca más el autoritarismo”, “Nayib el dictador”, “la democracia se defiende”, eran parte de las leyendas de pancartas y carteles enarbolados por los manifestantes, entre ellos estudiantes universitarios, miembros de sindicatos, organizaciones feministas, ambientalistas, entre otras.
“No queremos que vuelva a suceder un atentado a nuestra democracia, que nunca más pongan pie en la Asamblea Legislativa los militares, que nunca más a Bukele se le ocurra intentar un golpe de Estado, pues los jóvenes no lo permitiremos”, dijo a la prensa una estudiante de la estatal Universidad de El Salvador (UES) que pidió el anonimato y cubría su rostro con un pañuelo negro.
El 9 de febrero de 2020, Bukele ingresó en el Congreso acompañado de policías antimotines y soldados del Ejército portando chalecos antibalas y fusiles de asalto. Con ello el presidente buscó presionar al Congreso para que aprobara un millonario préstamo.
El actual titular del Congreso, Mario Ponce, tildó la acción del mandatario como “un intento de golpe de Estado”, postura que fue apoyada por distintos partidos políticos de la oposición que reclamaron a Bukele por “atentar contra la democracia”.
“No queremos que eso que ocurrió hace un año vuelva a suceder en este país, el señor Bukele no debe nunca más poner en peligro nuestra democracia”, dijo a la prensa la jefa de la bancada del FMLN, la excomandante guerrillera Nidia Díaz.