EN MÉXICO estamos preocupados por el crecimiento económico como primer punto, siendo que este no se puede lograr si no hay un plan en el desarrollo económico.
En Estados Unidos, el 27 de enero quedó claro que, para lograr un crecimiento económico, se ha dictaminado la siguiente misión para este país, que expresó el presiente Joe Biden: “Y estamos hablando de la salud de nuestras familias y agua más limpia, aire más limpio y comunidades más limpias. Estamos hablando de la seguridad nacional y de Estados Unidos liderando el mundo en un futuro de energía limpia”.
Esto es un indicativo de que la nueva ruta de los negocios será mantener un país bajo la ruta de la eficiencia energética y con una economía circular.
El nuevo plan de Estados Unidos ha sido adelantado diez años y funge como aquel que fue realizado en 1973 sobre ser autosuficiente energéticos, lo cual fue logrado en 2015. La nueva misión se llama salud, ambiente y eficiencia energética, lo cual es resumido en el siguiente párrafo del discurso:
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“Y muchas calamidades climáticas y de salud están colisionando todas a la vez. No es solo la pandemia lo que mantiene a la gente dentro; es la mala calidad del aire. Múltiples estudios han demostrado que la contaminación del aire está asociada con un mayor riesgo de muerte por COVID-19. Y, al igual que necesitamos una respuesta nacional unificada al COVID-19, necesitamos desesperadamente una respuesta nacional unificada a la crisis climática porque hay una crisis climática”.
El discurso fue el arranque de la nueva política en el desarrollo económico para mantener un crecimiento económico ante la regionalización que ha de tener lugar en los próximos lustros entre las economías, ante la falta de un control de la epidemia, y no saber hasta el momento de las consecuencias que el hombre tiene con el COVID-19.
Uno de los ejes de esta nueva misión será la revisión de las políticas en la industria del petróleo y el gas para adaptar tecnologías que eviten la contaminación. Muchas empresas iniciaron cambios en sus procesos de refinación al introducir la emisión de metano a la atmósfera en sus refinerías, y un mejor control de las emisiones de vapor en sus estaciones de servicio, y bajo el mismo tenor están otras empresas a escala mundial.
No se prohibirá el fracking, se aumentarán las normas para su uso, principalmente en el control de las fugas de metano y del agua. La misión será buscar nuevas tecnologías que minimicen la contaminación al realizar la técnica, y dejar de emitir permisos a nuevos arrendamientos de petróleo y gas en tierra y en aguas marinas federales en lo posible (ver el mapa).
Ante esta situación hemos desarrollado la siguiente hipótesis, que será aplicada la próxima década, primero en el desarrollo económico (DE) para después obtener el crecimiento (CE):
Fórmula: CE = ([DE + IAST] – CC) ^ PV
a) El consumo de combustibles (CC). Será un indicativo de cuántos productos, servicios y personas se mueven dentro de una nación, y cuánto intercambian entre sus regiones. Derivado de la incertidumbre del control del virus, y las nuevas restricciones que actualmente muchos países están indicando para poder ingresar. Volviendo al mundo más virtual, y ante una pausa a la globalización, para concentrarse en el siguiente lustro en una regionalización.
b) Incremento de la actividades secundarias y terciarias (IAST). Algunas de las economías han colapsado, y podrán continuar, derivado del cierre de negocios y la falta de nuevos, lo que ha ocasionado que haya un mayor número de desempleos y gente buscando oportunidades. Las personas que encuentran la forma de obtener ingresos tienen una percepción menor a la que tenían hasta antes de la pandemia. País sin negocios que permitan la inversión directa extranjera no generarán un flujo de efectivo adicional, limitándose a ser una economía estacionaria.
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c) Tener mayor número de personas vacunadas en el menor tiempo posible (PV). Esta variable será la que tendrá un mayor peso para el desarrollo económico, y posteriormente, en el crecimiento. Pero dejando en claro que dependerá de que cada dosis en cada persona pueda dar un tiempo prolongado de inmunidad, además de tener un control realmente de cuántas personas estuvieron, están y cuáles han sido las consecuencias en su vida laboral. A lo cual, al tener una vacuna emergente, será responsabilidad de la nación la aplicación y deberá estar preparada ante cualquier variación de enfermedades en su población.
México no es un reverbero camaleónico en el mundo, estamos destinados a ser codependientes del mundo. Si no tomamos en serio el realizar un plan de largo plazo, y que nadie nadie lo cambie, estaremos destinados a ser lo que siempre somos, una tenue luz que se pierde al recorrer el mercado mundial. N
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Ramsés Pech es analista y asesor de la industria energética y en economía. Los puntos de vista expresados en este artículo son responsabilidad del autor.