LOS EXPRESIDENTES de Estados Unidos Barack Obama, George W. Bush y Bill Clinton se ofrecieron como voluntarios para vacunarse públicamente contra el COVID-19 y con ello dar confianza y exhortar a los ciudadanos de Estados Unidos a seguir el ejemplo.
Barack Obama, de 59 años, dijo que tiene “total confianza” en las autoridades sanitarias del país, incluido el inmunólogo Anthony Fauci, una figura científica muy respetada en ese país.
“Si Anthony Fauci me dice que esta vacuna es segura y puede inmunizar contra el COVID, definitivamente la tomaré”, dijo en una entrevista de radio en SiriusXM, y que después se retomó y compartió en YouTube.
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“Les prometo que cuando (la vacunación) se haga para personas que corren menos riesgos, la tomaré. Puede que termine haciéndolo en la televisión o que lo filmen, sólo para que la gente sepa que confío en esta ciencia”, explicó.
Horas más tarde, un representante de George W. Bush dijo a la cadena CNN que el expresidente republicano de 74 años también estaba dispuesto a promover las vacunas, administrándose la dosis “ante las cámaras”.
Por su parte, el portavoz de Bill Clinton, Ángel Ureña, dijo también a CNN que el expresidente demócrata, también de 74 años, sería vacunado públicamente “si eso anima a todos los estadounidenses a hacer lo propio”.
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Esto sucede después de que en Estados Unidos el personal de salud, que tiene prioridad para vacunarse contra el COVID-19, dio a conocer que prefiere ceder el espacio.
Esto derivado de la desconfianza que existe al considerar que la vacuna contra el coronavirus no han sido lo suficientemente probadas. “Pienso que me haré vacunar más tarde, pero por ahora, desconfío”, dijo a la AFP Yolanda Dodson, de 55 años, enfermera en un hospital del Bronx que estuvo en el centro de la batalla mortal contra el virus. N