El cementerio de Amberes, en Bélgica, fue invadido por una especie mutante de cangrejos que según expertos, representa un peligro para la biodiversidad local.
De acuerdo con el portal de The Brussels Times, en los años 90, comerciantes de mascotas alemanes crearon esta nueva especie proveniente del cangrejo de río jaspeado (Procambarus virginalis).
El Instituto Flamenco de Investigación de la Naturaleza y los Bosques (INBO por sus siglas en neerlandés), explicó que los crustáceos se han encontrado en estanques y arroyos cerca del cementerio.
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Esta especie del cangrejo de río tiene una característica especial, la partenogénesis, que significa que puede reproducirse sin aparearse, y todas las crías son hembras y genéticamente idénticas.
“Al parecer, alguien tenía el animal en su acuario y luego lo dejó libre en un canal”, dijo Kevin Scheers de la INBO. “Es imposible reunirlos todos. Es como intentar vaciar el océano con un dedal”.
Debido a que un solo espécimen puede clonarse a sí mismo y reproducirse exponencialmente, esto representa una amenaza para el medio ambiente local.
Se sabe que el cangrejo de río come cualquier cosa disponible y es capaz de viajar dos kilómetros y cavar hasta un metro de profundidad.
Hasta ahora no existe una manera fácil de eliminar la creciente población de esta especie mutante.
Según la INBO, en España se hicieron algunos experimentos con veneno sin embargo eso no está permitido en Bélgica.
A causa del rápido crecimiento en su población, la Unión Europea introdujo en 2014 una prohibición total de la “posesión, comercio, transporte, producción y liberación” de esta especie en la naturaleza.