Se ha dado un paso importante en la lucha contra el coronavirus, según un anuncio que hizo Pfizer este lunes sobre la vacuna que está desarrollando contra la COVID-19.
La farmacéutica dijo que la vacuna que está probando junto con BioNTech es eficaz en más de un 90% y evita que las personas contraigan la enfermedad, según un análisis preliminar.
La vacuna ha sido probada en 43,500 personas en seis países y hasta el momento no ha ocasionado ningún problema grave de salud.
Los pacientes necesitan dos dosis de la inyección, con tres semanas de intervalo.
Los ensayos —efectuados en Estados Unidos, Alemania, Brasil, Argentina, Sudáfrica y Turquía— muestran que la protección del 90% se logra siete días después de la segunda dosis.
Aunque hasta la mañana de este lunes la compañía no había publicado los datos de su estudio, ni tampoco este nhabía sido revisado por pares (científicos independientes), Pfizer y BioNTech planean solicitar una aprobación de emergencia para usar la vacuna antes de fines de noviembre.
Mientras esto sucede y entre los llamados a la cautela de muchos expertos, ¿qué otras vacunas contra el coronavirus se están desarrollando en el mundo?
Etapa final
La vacuna de Pfizer y BioNTech es la primera en arrojar resultados tan avanzados.
Pero decenas de vacunas contra la COVID-19 están siendo desarrolladas en todo el mundo.
En total, hay 47 vacunas que están en etapa clínica —es decir, siendo probadas en humanos—, y 155 en etapa preclínica —siendo probadas en laboratorios—, según la información más actualizada de la Organización Mundial de la Salud (OMS), del 3 de noviembre.
De las que se encuentran en etapa clínica, hay otras 9 vacunas, además de la de Pfizer y BioNtech, en la fase tres o en la etapa final de prueba.
Se esperan anuncios de los resultados de estas vacunas en las próximas semanas y meses.
Los siguientes laboratorios o grupos son los que ya están en la tercera fase de pruebas de sus vacunas y ya están reclutando voluntarios para esta etapa o monitoreando sus efectos en humanos:
- Sinovac y el Instituto Butantan de Brasil: vacuna basada en una versión inactivada del virus que está siendo probada o se probará en Indonesia, Brasil y Turquía.
- Instituto Wuhan de Productos Biológicos y Sinopharm de China: vacuna basada en una versión inactivada del virus que está siendo probada en Emiratos Árabes Unidos y Marruecos.
- Instituto de Productos Biológicos de Pekín y Sinopharm de China: vacuna basada en una versión inactivada del virus, en pruebas en Emiratos Árabes Unidos y Argentina.
- Universidad de Oxford y AstraZeneca en Reino Unido: vacuna basada en una versión no replicante de un adenovirus, el virus que causa el resfriado común, en Brasil, Estados Unidos, India y Rusia.
- CanSino con el Instituto de Biotecnología de Pekín, China: vacuna basada en una versión no replicante de un adenovirus, en Rusia y Paquistán.
- Instituto de Investigación Gamaleya de Rusia: vacuna basada en una versión no replicante de dos adenovirus, en Rusia y Bielorrusia.
- Janssen (de Johnson & Johnson: basada en una versión no replicante de un adenovirus, en EE.UU., Argentina, Brasil, Chile, Colombia, México y Sudáfrica.
- Novavax. de EE.UU.: vacuna basada en proteínas del SARS-CoV-2 que está siendo probada en EE.UU. México y Puerto Rico.
- Moderna de EE.UU.: basada en el ARN del coronavirus, que está en pruebas en EE.UU.
Ensayos interrumpidos
La Universidad de Oxford y AstraZeneca tuvieron que suspender los ensayos en octubre después de que un voluntario muriera en Brasil.
Días después, la Universidad de Oxford afirmó que “una cuidadosa evaluación” no había encontrado problemas de seguridad en la vacuna experimental.
La BBC entiende que eso se debió a que probablemente la persona fallecida no había recibido la vacuna.
Los ensayos se habían interrumpido también en septiembre después de que se reportara un efecto secundario en uno de los voluntarios en Reino Unido. Las pruebas se se reanudaron días después, tras concluirse que era seguro hacerlo.
La empresa Johnson & Johnson también interrumpió temporalmente los ensayos clínicos de su vacuna, Janssen, en octubre “por la enfermedad inexplicable” de un participante del estudio que se realiza en EE.UU. Días después anunció que reanudaría las pruebas.
Aproximadamente la mitad de los voluntarios en los ensayos reciben la vacuna real, mientras que la otra mitad recibe una vacuna autorizada contra la meningitis.
Ni los participantes ni sus familiares saben cuál es en realidad la que reciben.
Normalmente pueden pasar 10 años desde el desarrollo inicial de una vacuna hasta su distribución masiva. Pero para la COVID-19 hay un esfuerzo global para reducir ese periodo a solo 18 meses sin renunciar a los estándares de seguridad.
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