El presidente estadounidense, Donald Trump, hospitalizado con COVID-19, está “muy bien” y no requiere asistencia de oxígeno, dijo este sábado su equipo médico, aunque una fuente del entorno del mandatario advirtió que su recuperación no está garantizada.
Trump, de 74 años, está “muy bien”, no ha tenido fiebre en las últimas 24 horas y sus síntomas mejoran, informó el médico de la Casa Blanca, Sean Conley, en una rueda de prensa frente al hospital militar Walter Reed, cerca de Washington, donde el presidente fue ingresado el viernes.
El nivel de saturación de oxígeno del mandatario es del 96%, por lo que no se le suministra adicionalmente, y la tos, la congestión nasal y la fatiga están mejorando, agregó.
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Sin embargo, pocos minutos más tarde una fuente informada sobre la salud del presidente presentó un panorama diferente.
“Los signos vitales del presidente en las últimas 24 horas han sido muy preocupantes y las próximas 48 horas serán críticas en lo que respecta a sus cuidados. Aún no estamos en un camino claro hacia su completa recuperación”, dijo la fuente, que declaró bajo condición de anonimato.
En apenas un mes, el 3 de noviembre, los estadounidenses votarán si Trump permanece en la Casa Blanca para un nuevo mandato o si lo desaloja su rival demócrata Joe Biden.
Pero la campaña electoral, ya duramente afectada por la pandemia, recibió un nuevo golpe con el contagio del presidente y de un número creciente de republicanos.
También hay incertidumbre sobre los próximos debates televisados, incluso el que opondrá el miércoles al compañero de fórmula del mandatario, el vicepresidente Mike Pence, con la senadora Kamala Harris, que completa el binomio demócrata.
El segundo duelo verbal entre Trump y Biden, previsto para el 15 de octubre en Miami, dependerá de la evolución del mandatario.
Algunos observadores ya se interrogan sobre las consecuencias institucionales de un eventual impedimento para que Trump siga adelante: el vicepresidente Pence -que dio negativo al test- tomaría las riendas del país y de la campaña republicana.
Contagiados
La Casa Blanca está vinculada a varios contagios. La lista de allegados a Trump infectados va en aumento: su esposa Melania, su asesora Hope Hicks, su jefe de campaña Bill Stepien, tres senadores republicanos y su exasesora Kellyanne Conway… Además de tres periodistas acreditados.
También este sábado se supo que el senador Ron Johnson y Chris Christie, quien ayudó a Trump a prepararse para el debate del martes pasado contra Biden, resultaron igualmente positivos al virus.
El sábado pasado, con decenas de invitados en la Casa Blanca para la postulación de la jueza Amy Coney Barrett para la Corte Suprema, las cámaras capturaron una serie de apretones de manos y abrazos, y la mayoría de los invitados no llevaba barbijo, una práctica evidente entre los republicanos como una señal de lealtad.
Tratamiento
Tras el anuncio de su test positivo en la madrugada del viernes, Trump tuiteó dos veces: un video de 18 segundos grabado en la mansión presidencial en el que anunció que iba a ser internado, y un mensaje hacia la medianoche en el que escribió: “Pienso que todo va bien. Gracias a todos. AMOR!!!!”.
Según su portavoz, Kayleigh McEnany, la hospitalización debe durar unos días y es por “precaución”. También indicó que el presidente estaba recibiendo el antiviral remdesivir.
Mientras que Conley dijo el viernes que el mandatario había recibido también una dosis del cóctel de anticuerpos Regeneron, un tratamiento intravenoso que se encuentra en etapa de ensayos clínicos y no obtuvo aún luz verde de los reguladores.
La hidroxicloroquina, que Trump dijo haber tomado un tiempo de forma preventiva, no forma parte de su tratamiento.
El presidente no bebe ni fuma, pero con 74 años y más de 100 kilos es considerado población de riesgo ante el coronavirus, que deja más de 207,000 muertos en Estados Unidos, el país más afectado en términos absolutos por la pandemia.
Biden sigue en campaña
La campaña de Trump se detuvo. Su equipo anunció que todos los eventos previstos serán virtuales o se postergarán temporalmente.
Trump ha sido criticado por su manejo de la crisis sanitaria y acusado de falta de empatía hacia las víctimas del virus, así como de enviar mensajes contradictorios sobre su gravedad, los tratamientos y las recomendaciones de los expertos para contenerlo, especialmente el uso de tabapocas.
Y mientras Trump convalece, Biden sigue con su campaña tras haber sido objeto de la mofa presidencial por cuidarse del virus.
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Luego de desear una “pronta recuperación” al mandatario y la primera dama, Biden, que dio negativo al virus, asomó un golpe.
“No se trata de hacerse el duro. Se trata de hacer su parte. Usar mascarilla no solo lo protege a uno sino a quienes nos rodean”, dijo el viernes el aspirante demócrata de 77 años en un evento en Grand Rapids, en Michigan, un estado clave para llegar a la Casa Blanca.
Trump se sumó a la lista de líderes mundiales que tuvieron COVID-19, que incluye al presidente de Brasil, Jair Bolsonaro; al primer ministro británico, Boris Johnson; y a la mandataria interina de Bolivia, Jeanine Áñez, entre otros.