Laura Arber afirma que su hija se atragantó con lo que parecían restos de un cubrebocas azul hallados dentro de un nugget de pollo de McDonald’s.
Este martes 4 de agosto, la madre y tres de sus cuatro hijos acudieron a una sucursal de McDonald’s en Aldershot, Reino Unido, para recoger un pedido que incluía una caja de 20 nuggets de pollo para los chicos. Pero cuando la familia se sentó a comer, su hija de seis años comenzó a ahogarse.
Arber actuó de inmediato y metió los dedos en la boca de la niña para retirar la obstrucción y mientras su pequeña vomitaba, la madre descubrió restos de una tela azul para cubrebocas.
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“Mi hijita empezó a ahogarse y le metí los dedos en la garganta para retirar lo que había tragado, pero lo que saqué fue comida masticada junto con algo azul”, detalló Arber en su declaración para el sitio de noticias Hampshire Live.
La mujer examinó con detenimiento los nuggets que los niños no habían tocado y asegura que halló tela azul en otra de las piezas de pollo frito.
“Lo primero que pensé fue: ¿Qué demonios es esto? Jamás se me ocurrió que hubiera estado en la comida. Pero cuando revisé la caja, me di cuenta de que había un pedazo de tela azul en otro nugget de la orden de 20 piezas”, protestó Arber.
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La madre hizo un video y lo publicó en un foro de redes sociales de su localidad. “El cubrebocas estaba mezclado con el pollo”, informó en el video. “Como si fuera parte de la masa. A todas luces se trata de un cubrebocas. Puedes ver la tela compactada y hasta una costura”.
Cuando Arber regresó al McDonald’s a presentar su queja, un representante respondió que el restaurante no mezclaba los nuggets, sino que recibía la piezas ya preparadas. Para colmo, ni siquiera se disculpó por lo ocurrido.
“Lo más grave es que siguieron vendiéndolos. Antes de irme, reclamé: ‘¿Cómo pueden servirlos así?’ Pero siguieron preparándolos y eso fue lo más perturbador para mí”, prosiguió Arber, aún angustiada porque su hija pudo haber muerto a causa del incidente.
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“La manera como la administración manejó el problema me pareció simplemente increíble. ¿Qué tal si los hubiera dejado solos un momento y mi hija se hubiera asfixiado? ¡Pudo haber muerto en segundos!”, exclamó la mujer.
Cuando otro hijo de Arber estuvo hospitalizado, la familia fue beneficiaria de la iniciativa Ronald McDonald House, la cual brinda ayuda para que los familiares de los niños enfermos puedan dormir cerca del nosocomio donde los pequeños reciben tratamiento.
En un comentario para Newsweek, un portavoz de McDonald’s dijo: “La seguridad alimentaria es de suma importancia para nosotros y tenemos mucho cuidado con el control de calidad, por lo que aplicamos estándares muy rigurosos para evitar imperfecciones. Tan pronto como nos enteramos del problema, abrimos una investigación exhaustiva del proveedor responsable, y hemos tomado medidas para asegurar que ninguno de nuestros restaurantes ofrezca los productos de ese lote. Deseamos ofrecer una sentida disculpa a la cliente en cuestión, quien ya se ha puesto en contacto con nuestro equipo de Servicios al Cliente”.
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Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek