El Departamento de Policía de Salt Lake City ha puesto en marcha una investigación de asuntos internos sobre el arresto de Jeffrey Ryans debido a que un video grabado con una cámara corporal nuestra a un oficial de policía ordenando a su perro que ataque a Ryans, un hombre negro de 36 años, que ya estaba arrodillado en el suelo y con las manos en el aire.
La policía acudió a la casa de Ryans el 24 de abril porque los vecinos lo oyeron discutir con su esposa.
En el video, obtenido por el diario The Salt Lake Tribune, se muestra que Ryans estaba fumando en el patio trasero cuando llegaron los oficiales. Se escucha que un oficial le ordena a Ryans que se arrodille o el perro policía le mordería la cara; el hombre, originario de Salt Lake City, obedece de inmediato,
Aun cuando se ve a Ryans arrollándose con las manos en el aire, el oficial le ordena al perro que lo ataque. El oficial continúa diciéndole al perro, llamado Tuco, que “ataque” mientras se ve cómo otro oficial esposa a Ryans.
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Tuco muerde la pierna izquierda de Ryans y continúa desgarrándola mientras el oficial elogia a Tuco, diciéndole “buen chico”. Se escucha a Ryans gritar de dolor y preguntar “¿Por qué me muerdes?”
Ahora, Ryans ha presentado una demanda contra el Departamento de Policía, alegando que el uso de la fuerza fue innecesario y le provocó una lesión que requirió varias operaciones quirúrgicas, le costó su trabajo como ingeniero ferroviario y limitó su capacidad de hacerse cargo de sus hijos.
“Me sentí como un juguete masticable”, dijo Ryans al Tribune. “No sabía por qué me estaba ocurriendo eso a mí. Eso era lo que me venía a la mente. ¿Por qué?”
Su abogado Gabriel White afirma que la única razón por la que los oficiales trataron así a Ryans fue porque es un hombre negro.
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“La gente tiene que saber que las vidas de las personas de negras son importantes”, dijo Ryans. “Todo el mundo importa, pero no se puede tratar en forma diferente a las personas por su religión o el color de su piel. Yo me desarrollé para llegar hasta donde estoy. Debo tener el mismo respeto que los demás. No lo entendemos”.
Newsweek se puso en contacto con el Departamento de Policía de Salt Lake City, que pidió consultar una declaración publicada el martes, en la que se indica que se ha abierto una investigación de asuntos internos para determinar si el uso de la fuerza por parte del oficial cumplió con las políticas de la policía.
Previamente, el departamento de policía abordó el papel del racismo sistémico en las labores policiacas en la página de políticas y procedimientos de su sitio web.
“Queremos ser transparentes con ustedes, nuestros residentes, con respecto a las políticas y procedimientos del Departamento de Policía”, se indica en la página. “Reconocemos que, si bien tratamos de utilizar políticas progresistas y una cultura de rendición de cuentas entre nuestras filas, siempre podemos mejorar y estamos comprometidos a trabajar con la comunidad para lograrlo”.
De acuerdo con sus políticas de uso de la fuerza, el Departamento de Policía de Salt Lake City señala que los oficiales no pueden poner la rodilla sobre la cabeza o el cuello de una persona como forma de control. Los departamentos de policía de todo Estados Unidos han prohibido las técnicas de estrangulamiento tras la muerte de George Floyd.
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En la política también se indica que “un oficial de policía nunca debe emplear la fuerza o la violencia de forma innecesaria, y solo debe utilizar dicha fuerza en el cumplimiento de su deber según resulte razonable en toda circunstancia”.
Aún se investiga si el oficial que llegó a la escena en la casa de Ryans en abril violó esta política.
La policía arrestó a Ryans porque su esposa presentó una orden de protección contra él en diciembre pasado. Ryans afirma que él suponía que la orden había sido levantada debido a lo que le había dicho su esposa; sin embargo, ya que la solicitud de ella aún estaba pendiente en el momento de su arresto en abril, él había violado dicha orden y actualmente enfrenta cargos.
Erin Mendenhall, la alcaldesa de Salt Lake City, tuiteó el martes que le ordenó al Jefe de Policía Mike Brown que realizara la investigación “urgentemente” y que lo hiciera “de manera tan transparente como sea posible para el público”.
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Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek