Luego de seis días consecutivos de protestas por la muerte de George Floyd por brutalidad policial, el presidente Donald Trump declaró que ordenó el despliegue de militares para contener las protestas en la capital del país.
“Mientras hablamos, estoy enviando a miles y miles de soldados fuertemente armados, personal militar y agentes de la ley para detener los disturbios, el saqueo, el vandalismo, los asaltos y la destrucción sin sentido de la propiedad”, dijo.
Durante el discurso, la policía arrojó gases lacrimógenos a los manifestantes que gritaban “Sin justicia, no hay paz” afuera de la Casa Blanca.
Trump dijo que había tomados la decisión de proteger el Capitolo, “lo que ocurrió en la ciudad anoche es una vergüenza”, al referirse a las protestas del fin de semana que dejaron destrozos, fuegos encendidos por los manifestantes, banderas estadounidenses en llamas y muros pintados con consignas contra la policía.
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El mandatario se dijo el presidente de la ley y el orden, además de un aliado de los manifestantes pacíficos, “pero en los últimos días, nuestra nación ha sido atrapada por anarquistas profesionales, turbas violentas, incendiarios, saqueadores, criminales, alborotadores, Antifa y otros”, dijo.
Consideró como “terrorismo doméstico” a los actos de violencia y vandalismo durante las protestas y advirtió que los responsables incluyendo a los del grupo Antifa serían detenidos.
Además anunció que habrá un toque de queda a las 7 p.m (hora local) que se “aplica estrictamente” en la ciudad de Washington.
“Todos los estadounidenses se molestaron y se rebelaron con razón por la brutal muerte de George Floyd”, dijo, y aseguró que su administración está comprometida con él y su familia para que se haga justicia.“No habrá muerto en vano”, agregó.
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Trump urgió a los gobernadores y alcaldes a establecer una de fuerza policiaca para “dominar las calles”.
“Si una ciudad o estado se niega a tomar las medidas necesarias para defender la vida y la propiedad de sus residentes, entonces desplegaré el Ejército de los Estados Unidos y resolveré el problema rápidamente para ellos”, dijo.
Trump visita iglesia dañada
Después de su mensaje, Trump realizó una visita sorpresa a la Iglesia de Saint John, un histórico edificio cerca de la Casa Blanca dañado durante las manifestaciones del domingo.
Al terminar su discurso el mandatario anunció, para sorpresa general, que iría a un lugar “muy muy especial”.
Y a continuación, se dirigió a pie a la llamada “iglesia de los presidentes”, ubicada enfrente a la residencia presidencial, que tras los demanes del domingo resultó parcialmente dañada por un incendio y con grafitti.
“Tenemos un gran país”, dijo Trump, con una Biblia en la mano.
“Es el país más grande del mundo. Y garantizamos su seguridad”, agregó poco después, junto al fiscal general Bill Barr y la portavoz de La Casa Blanca, Kayleigh McEnany.
Con información de AFP
