Apenas 1 de cada 10 empresas de Baja California venden por internet, aunque la demanda se concentra cada vez más ahí.
ARTÍCULO DE OPINIÓN
Aún siendo optimistas, el panorama económico mundial luce desolador. La caída estrepitosa de las finanzas internacionales causada principalmente por las restricciones sanitarias y la reducción de la movilidad impuesta por las autoridades sanitarias ha puesto a prueba los sistemas económicos, políticos y sociales de todo el mundo, desatando debates sobre cómo mitigar los efectos de la pandemia.
En México, el tema económico ha sido de gran controversia porque el Gobierno Federal no ha implementado políticas económicas contracíclicas para disminuir los efectos económicos de la pandemia en el país. Estas políticas buscan incrementar el gasto público para reactivar la economía aumentando la demanda de bienes y servicios, por explicarlo de una manera simple.
Sin dichas políticas, el panorama empresarial en México y Baja California en particular es bastante complicado, ya que toda la carga está puesta en las empresas. Los efectos económicos en las organizaciones tienen que ver principalmente con las restricciones de movilidad, obligando el cierre de operaciones físicas al público de empresas y giros no esenciales. Ante esto, se visualiza a las ventas por internet como una alternativa para que miles de empresas puedan seguir brindando sus productos y servicios, a pesar de las limitantes físicas.
De acuerdo al INEGI, en Baja California el 89% de las empresas se dedican al comercio y a los servicios privados no financieros, el 8% a la industria manufacturera y el 3% al resto de las actividades económicas; estos datos indican que el comercio y servicios es la actividad preponderantemente económica que se desarrolla en el estado.
Adicionalmente, el Censo Económico 2019 revela que la mayoría de las organizaciones en Baja California son microempresas (90%), mientras que el resto (10%) son pequeñas, medianas y grandes empresas; por lo tanto la mayoría de las empresas afectadas por el COVID-19 son microempresas.
Baja California es el segundo estado con más personas con acceso a Internet (80%), por lo cual una gran oportunidad para las microempresas de Baja California es adoptar canales digitales de ventas, principalmente para mantener sus estructuras de costo, pero también con una perspectiva de crecimiento por acceder a un mercado virgen en el estado.
De acuerdo al estudio del impacto del COVID-19 de la Asociación Mexicana de Venta Online (AMVO), en las ventas en línea, 5 de cada 10 consumidores piensan gastar más o de igual manera en productos y servicios en general durante esta época.
El mismo estudio plantea que el 51% comprará en ambos canales, tanto digital como físico, según disponibilidad, precio y ofertas que encuentran. Además, dentro de las categorías de productos que más nuevos compradores online está generando son supermercado, moda, comida a domicilio, medicamentos y mascotas. Del lado de servicios, destacan servicios bancarios, telefonía móvil, pago de servicios y sitios de entretenimiento.
Por otro lado, el estudio realizado en 2019, destaca que los consumidores han notado que, al comprar en línea debido a la pandemia, hay más envíos gratis, más opciones de entrega y más opciones de pago. También detectan que los costos y tiempos de entrega han disminuido, mostrando empatía por la situación.
La confianza en el proceso de compra en línea muestra un incremento importante tanto en compradores omnicanal (que compran en línea y físico), como en el comprador que solo utiliza canales físicos, pues ha tenido una experiencia positiva con el canal digital durante esta pandemia.
Los datos disponibles a la fecha brindan un indicador muy importante y retador para todas las empresas del estado: solo 1 de cada 10 empresas en Baja California vende por internet.
Para conocer las razones por las cuales pocas empresas venden por internet, podemos recurrir al estudio AMVO 2019: las empresas que no venden en línea reconocen que las detiene la falta de conocimiento sobre cómo operar en internet, así como la capacitación para desarrollar este canal.
Por eso, tanto la iniciativa privada, como el sector público, tendrán que abordar este reto para poder brindar a los microempresarios de Baja California de las herramientas y conocimientos para implementar canales de ventas digitales y de esa manera incidir en la supervivencia de la mayoría de los empresas de la región.
*Flavio Abel Rivera Aguirre es doctor en administración y profesor-investigador de la Facultad de Contaduría y Administración de la Universidad Autónoma de Baja California. Es socio fundador de la franquicia Geeks Academy.