En México, de los 119.5 millones de habitantes que contabilizó el Inegi en la Encuesta Intercensal 2015, 12.4 millones son personas adultas mayores de 60 años. Este grupo poblacional requiere de una dieta alta en antioxidantes para fortalecer su sistema inmunológico.
Los antioxidantes benefician mayormente a las personas que padecen enfermedades crónico-degenerativas, las cuales, a la vez, constituyen el principal grupo en riesgo ante el contagio de COVID-19.
Es necesario consumir todos los grupos alimenticios, e incrementar la ingesta de aquellos con altos niveles de antioxidantes, como ajo y jengibre, ello sumado a las disposiciones como quedarse en casa y lavarse las manos constantemente, recomienda la especialista Margarita Maass Moreno, del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades (CEIICH) de la UNAM.
Para contribuir a tener un sistema inmune fortalecido, la también integrante del Seminario Universitario Interdisciplinario sobre Envejecimiento y Vejez (SUIEV) recomienda:
“No deben excluir ningún macroalimento (proteínas, grasas e hidratos de carbono) o micronutrimento (minerales esenciales como calcio, fósforo, magnesio y potasio). Es necesario incrementar el consumo de ajo por ser un antibiótico natural, y añadirle a la comida cebolla, perejil, cúrcuma y jengibre, por contener altos niveles de antioxidantes y contribuir a mantener un sistema inmunitario sano”.
A la alimentación se deben sumar frutas y verduras, que aportan minerales y vitaminas, y beber muchos líquidos para evitar la deshidratación.
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Maass Moreno también se refiere al estrés que pueden padecer los adultos mayores por el confinamiento domiciliario, el cual puede debilitar su sistema inmunológico, por lo que es conveniente buscar actividades que distraigan a toda la familia, como la lectura, juegos de mesa o ver películas.
La experta sugiere la práctica de algún ejercicio con la finalidad de que no se atrofien los músculos, practicar alguna actividad lúdica en casa, limpiar con frecuencia todas las superficies, contar con el número telefónico de algún médico de confianza, sin importar la especialidad, y tener un termómetro a la mano.
Explica que, en Ciudad de México, la cifra es de 1 millón 300,000 adultos mayores que requieren atención, en particular durante la pandemia, “pues una parte importante presenta afecciones que debilitan su sistema inmunológico e impactan en su salud física y emocional, además de su estabilidad social y económica”.
Por ello, “es necesario generar redes de apoyo para este sector, sumarnos como voluntarios para estar al pendiente y acercarnos en especial con los que viven solos. Estas acciones no solo fortalecerán a este segmento, sino también a las familias y a las comunidades”.
¿QUÉ DICE LA OMS?
La estrategia mundial sobre régimen alimentario, actividad física y salud hecha por la Organización Mundial de la Salud (OMS), sugiere que los adultos mayores a 65 años realicen actividad física con el fin de mejorar las funciones cardiorrespiratorias y musculares y la salud ósea y funcional, y de reducir el riesgo de depresión y deterioro cognitivo.
Estos son los niveles recomendados de actividad física para la salud de 65 años en adelante:
Pueden dedicar 150 minutos semanales a realizar actividades físicas moderadas aeróbicas, o bien algún tipo de actividad aeróbica durante 75 minutos, o una combinación equivalente de actividades moderadas y vigorosas.
La actividad se practicará en sesiones de diez minutos, como mínimo. A fin de obtener mayores beneficios para la salud, los adultos de este grupo de edades pueden dedicar hasta 300 minutos semanales a la práctica de actividad física moderada aeróbica, o bien 150 minutos semanales de una combinación equivalente de actividad moderada y vigorosa.
Los adultos de este grupo de edades con movilidad reducida pueden realizar actividades físicas para mejorar su equilibrio e impedir las caídas, tres días o más a la semana.
Es indispensable fortalecer los principales grupos de músculos dos o más días a la semana.
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Cuando los adultos de mayor edad no puedan realizar la actividad física recomendada debido a su estado de salud, se deben mantener físicamente activos en la medida en que se lo permita su estado.
En tanto, la ONU ha puntualizado que la sociedad tiene el deber de ser solidaria y proteger mejor a las personas mayores, uno de los grupos más afectados por la pandemia del COVID-19. Se ha señalado que las medidas de distanciamiento social no deben convertirse en exclusión.
La experta de la ONU en derechos humanos, Kornfeld-Matte, hace un llamado a los gobiernos del mundo a garantizar que el apoyo esencial no coloque en riesgo a las personas mayores ni a quienes las cuidan. “Las comunidades y todas las generaciones deben unirse para sortear esta crisis con solidaridad”.