El mariscal Jalifa Haftar, hombre fuerte del este de Libia, rechazó el jueves el llamado al alto el fuego lanzado por Rusia y Turquía si no se cumplen antes ciertas condiciones.
En un comunicado leído por su portavoz, Ahmad al Mesmari, Haftar consideró que la estabilidad o la reanudación del proceso político no pueden realizarse antes de “la erradicación de los grupos terroristas” y la disolución y desarme de las milicias que controlan, a su entender, Trípoli, capital de Libia.
Desde esa manera anunció la continuación de sus operaciones militares contra las fuerzas leales al Gobierno de Unidad Nacional (GNA), reconocido por la ONU, que tiene su sede en Trípoli.
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Un consejero del mariscal Haftar señaló a la AFP que no se trata de un rechazo absoluto de la iniciativa sino de “condiciones que deben cumplirse”, antes de cualquier alto el fuego.
El vaivén de diplomáticos se aceleró desde que Turquía anunciara el envío de tropas para apoyar al GNA, lo que despertó el temor de que Libia se convierta en una “nueva Siria”.
El papel de Rusia y Turquía
El miércoles, Turquía y Rusia, que en los últimos meses se erigieron como actores clave en Libia, pidieron un alto el fuego para el domingo 12 de enero a partir de la medianoche, pese a los intereses encontrados que ambos tienen en Libia.
Turquía afirma que 2,500 mercenarios rusos estarían combatiendo en las filas del mariscal Haftar, pero Moscú lo niega. El hombre fuerte del este libio también recibe apoyo de Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudita y Egipto, rivales regionales de Turquía.
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El miércoles, el jefe del GNA, Fayez al Sarraj, se “congratuló” por el llamado al alto el fuego, aunque tampoco dio una respuesta clara.
El portavoz de Haftar saludó la “iniciativa del presidente Vladimir Putin”, pero insistió en la “continuación de los “esfuerzos de las fuerzas armadas en su guerra contra los grupos terroristas”.
En un comunicado, el emisario de la ONU para Libia, Ghassan Salamé, aplaudió la iniciativa de Rusia y Turquía y exhortó a todas las partes a “cesar inmediatamente todas las operaciones militares en Libia”.
Reacciones de Europa
El ministro francés de Relaciones Exteriores, Jean-Yves Le Drian, visitó Túnez -otro vecino de Libia-, y destacó que “el riesgo de escalada en Libia amenaza con desestabilizar al conjunto de la región, desde el Magreb al Sahel”.
El jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, y el del Consejo Europeo, Charles Michel, se reunieron el miércoles con Sarraj en Bruselas y le prometieron “intensificar sus esfuerzos” para encontrar una solución pacífica al conflicto.