Tras ser acusado de violación por la actriz francesa Valentine Monnier en 1975, Roman Polanski ha negado las alegaciones de la intérprete y ha anunciado que se plantea tomar medidas legales contra Le Parisien, el medio que publicó el pasado viernes la entrevista en la que Monnier relató estos acontecimientos.
Ha sido el abogado del cineasta, Hervé Témime, el que ha negado la acusación en un comunicado remitido a los medios en el que afirma que consideran “emprender medidas legales contra la publicación”. “El señor Polanski niega en los términos más directos esta acusación de violación”, explicó el abogado, quien también afirmó que no participarían del “tribunal mediático”.
“Me gustaría recordar que esta acusación señala hechos de hace 45 años”, escribe Témime en el comunicado recogido por Deadline. “Si estos hechos están prescritos desde hace más de 30 años es también porque es imposible tras este tiempo recoger los elementos necesarios para una investigación”, sentencia el texto del abogado.
También lee: El sindicato de la ópera de Estados Unidos investigará las acusaciones de acoso sexual contra Plácido Domingo
Esta acusación no podrá tener como consecuencia que la justicia francesa tome acciones legales contra el director, puesto que en el país galo el delito de violación prescribe a los 20 años. Sin embargo, y tal como declaró Monnier en la entrevista publicada por Le Parisien, la actriz cree que poner en conocimiento de la opinión pública este acontecimiento puede ayudar a acabar con la impunidad de los agresores sexuales.
“Hay figuras públicas que están siendo consideradas modélicas”, explicó la intérprete. “Si idolatramos a quienes son culpables, estamos impidiendo que la gente se dé cuenta de la seriedad de las consecuencias que tienen sus actos”.
“LA VIOLACIÓN ES UNA BOMBA TEMPORAL”
Monnier relató el suceso, que tuvo lugar en un chalet de Gstaad (Suiza) en 1975, después de que cumpliera 18 años. La actriz, que apenas tenía relación con el director, fue invitada por éste para esquiar y terminó pidiéndole que subiera a su habitación tras la cena. Allí, Roman Polanski, que la esperaba desnudo, le arrancó la ropa y le obligó a tragarse una pastilla antes de violarla.
Te interesa: #MeToo: Uma Thurman rompe silencio por caso Weinstein
“Me dije a mí misma: ‘Es Roman Polanski, no puede arriesgarse a que esto se sepa, así que va a tener que matarme'”, señaló la actriz en la citada entrevista para dimensionar el grado de angustia que alcanzó.
“La violación es una bomba temporal”, explicó la actriz, añadiendo que el recuerdo “no se desvanece”, sino que “se convierte en un fantasma que te persigue, que te cambia poco a poco”.
El director lleva viviendo en Francia desde que abandonó Estados Unidos en 1978 tras declararse culpable de haber tenido relaciones sexuales con una niña de 13 años. Han sido numerosos los esfuerzos de la justicia estadounidense para juzgar al director, todos ellos sin éxito, puesto que Polanski no ha vuelto a pisar ningún país europeo cuyas leyes permitan su extradición.
Su nueva cinta, ‘El oficial y el espía’, fue galardonada con el Gran Premio del Jurado en el pasado Festival de Cine de Venecia, y opta a hasta cuatro Premios de Cine Europeo. La cinta, no exenta de polémica, llegará a las carteleras españolas durante el mes de diciembre.