La aprobación de la revocación de mandato podría resultar contraproducente a sus objetivos originales de legitimación de un gobernante o una administración de gobierno, y por el contrario, funcionar como una herramienta para generar crisis política y desestabilidad en el país, así lo señaló la profesora del Centro de Estudios Políticos de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Karolina Monika Gilas.
“Las experiencias comparadas nos apuntan a que la revocación de mandato no ha funcionado, no ayuda a generar una mejor democracia o de mejor calidad, sino que por el contrario se comienza a utilizar como un arma política para genera crisis y cuestionamientos que tienen un impacto importante en la gobernabilidad del país o del estado”.
De visita por Aguascalientes, la especialista en materia política y electoral indicó que la experiencia de la revocación de mandato en otros países no ha sido buena, por lo que la iniciativa aprobada por el Congreso de la Unión el pasado 5 de noviembre, podría seguir el mismo cauce.
El dictamen fue aprobado por la Cámara de Diputados con 372 votos a favor y 75 en contra, abriendo así la posibilidad de remover al Presidente de la República por la vía del voto libre, directo y secreto, siempre y cuando exista una participación del 40 por ciento de la lista nominal.
Tras su aprobación en San Lázaro, la reforma pasará a ratificación a los congresos estatales, en donde bastará el aval de 17 de los 32 poderes legislativos de las entidades para que el Ejecutivo federal esté en condiciones de promulgar la reforma.
De acuerdo a los términos de la iniciativa, la revocación de mandato sólo podrá solicitarse una vez por sexenio, siendo en marzo de 2022 la fecha en la que aplicaría para el caso de Andrés Manuel López Obrador.
Sistema electoral mexicano, ejemplo internacional pero con áreas de oportunidad
En otro tema, Monika Gilas destacó la aplicación del sistema electoral mexicano, el cual es aprobado a nivel internacional, aunque cuenta con varias áreas de oportunidad que podrían mejorarse para dar una mayor certeza al electorado.
En este aspecto, mencionó la simplificación de las legislaciones electorales para que sean más sencillas de comprender para el electorado, la generación de mecanismos de participación para las mujeres y sectores marginados de la población y reformar el marco normativo de las candidaturas independientes.
“El sistema electoral y las autoridades mexicanas tienen mucha más fama fuera que dentro del país, los mexicanos todavía tienden a dudar y a cuestionar; las encuestas nos hablan de que alrededor del 60% de la ciudadanía en 2018 consideró el resultado como legítimo y válido, pero a nivel internacional, tanto por los países como por organizaciones que se encargan de evaluar las elecciones, consideran al sistema mexicano como ejemplar”, aseveró.
Monika Gilas calificó como “gatopardismo” el esquema actual de las candidaturas independientes, que aunque están incluidas en la ley, en la práctica sigue siendo muy complicado el acceso a cargos públicos para personas que participan por esta modalidad.
“Es un poco de gatopardismo del mexicano, de que cambia las cosas para que no cambien; la regulación de las candidaturas independientes dificulta que las personas puedan hacer uso efectivo de esa herramienta, y que más que hablar de candidaturas independientes deberíamos hablar de candidaturas sin partido, porque nos preguntaríamos independientes ¿de quién?, o ¿desde cuándo?”, afirmó.
Finalmente, se pronunció a favor de la reducción del financiamiento a partidos políticos, como lo propone MORENA a nivel nacional, aunque es necesario que se regulen los criterios del financiamiento privado para evitar que ingresen recursos ilícitos a las campañas electorales.
“No es mala idea que se reduzca el financiamiento, siempre y cuando se modifique el esquema de distribución de financiamiento y bajo reglas de estricta transparencia la recepción de mayores cantidades de recursos privados”, concluyó la académica universitaria.