Una pequeña ciudad del condado de Devon, Inglaterra, ha detenido el lanzamiento de la tecnología 5G debido a inquietudes en torno de los problemas de salud que pueden causar las redes de alta velocidad. Sin embargo, la gran mayoría de los científicos considera que los temores son infundados.
En un reportaje reciente, el Daily Mail informa que los residentes de Totnes manifestaron aprensiones ante la inminente implementación de una nueva red de alta velocidad en la zona. Al parecer, más de 1,600 de los 8,000 habitantes firmaron una petición oponiéndose a la tecnología y exigiendo “más investigaciones de seguridad”. En respuesta, el ayuntamiento de Totnes ha detenido temporalmente la instalación de la red.
En una declaración para el Daily Mail, John Kitson, activista anti 5G, afirmó que “los tumores [cancerosos] van en aumento y no se debe a que el diagnóstico haya mejorado. Cada vez hay más pruebas del nexo entre el cáncer y las radiaciones de alta frecuencia”.
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“Todos hablan de que 5G dará entrada a los vehículos autónomos, proporcionará velocidades Wi-Fi increíbles, y conectará refrigeradores y otros dispositivos Web con la Internet de las cosas. No obstante, jamás se ha llevado a cabo una investigación detallada sobre esta tecnología”, agregó Kitson.
Muchos rechazan la aseveración de que 5G representa un riesgo para la salud, incluida la mayoría de los expertos en el campo. Matt Warmen, subsecretario del Departamento de Tecnología Digital, Cultura, Medios y Deportes del Parlamento, publicó en Twitter un comentario en el que repite una declaración emitida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 2011, en cuanto a que la radiación que utilizan las redes móviles es tan peligrosa como “el talco o a las verduras en conserva”.
Por su parte, la comunidad científica también disputa el argumento de que las evidencias respaldan los presuntos riesgos de salud que conlleva 5G. La tecnología inalámbrica ha existido desde hace décadas, y los estudios realizados con las generaciones anteriores a 5G no han demostrado que las ondas de radio utilizadas representen un peligro para la salud. Pese a ello, cada nueva implementación tecnológica parece acompañarse de nuevas acusaciones sobre los riesgos para las personas.
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Quienes opinan que la tecnología 5G ofrece graves riesgos suelen citar un estudio realizado por el Programa Nacional de Toxicología de Estados Unidos en 2018, el cual reveló que hubo un ligero incremento en la incidencia de tumores en ratas macho expuestas a niveles de radiación elevados, como los que generan las redes móviles 2G y 3G.
Con todo, los expertos señalan que las ratas de dicho estudio estuvieron expuestas al cuádruple de la radiación permitida para los humanos, además de que el aumento de tumores cancerosos fue muy reducido y solo se observó en los machos.
Es indiscutible que la radiación puede ocasionar graves daños a la salud de las personas, mas los científicos insisten en que es necesario distinguir entre los distintos tipos de radiación para comprender los riesgos que suponen. Por ejemplo, la radiación ionizante puede causar daños celulares, y si bien 5G genera radiaciones de alta frecuencia, la tecnología utiliza ondas milimétricas que producen radiación no ionizante, una variedad que presuntamente no causa daños en tejidos ni células; y, además, las ondas milimétricas no penetran la piel. Por consiguiente, si se toma en cuenta el tipo de radiación que emite la tecnología 5G, los riesgos de salud que argumentan los opositores son poco creíbles.
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Aun cuando es muy probable que algunos segmentos del público sigan afirmando que 5G es una amenaza de salubridad, e incluso intenten bloquear la implementación de esta tecnología, las evidencias científicas y las opiniones expertas descartan la posibilidad de que las redes de alta velocidad representen un riesgo significativo para la salud humana. Dado lo anterior, cabe esperar que la tecnología 5G se implemente en gran escala.
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Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek
