Indonesia devolvió desde el mes de junio a sus países de origen centenares de contenedores de desechos por no respetar la reglamentación, en el marco de un refuerzo de los controles para impedir que el país se convierta en un vertedero.
Unos 250 contenedores incautados en el país este verano fueron ya devueltos a sus expedidores y las autoridades están examinando otros miles, indicó Deni Surjantoro, un portavoz de las aduanas indonesias consultado esta semana por la AFP.
La decisión de China a principios de 2018 de cesar la importación de desechos plásticos suscitó el caos en el mercado mundial del reciclaje, y obligó a los países desarrollados a encontrar nuevos destinos para sus basuras.
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Desde entonces, enormes cantidades de residuos se han desviado hacia el sudeste asiático donde las capacidades de reciclaje son limitadas y los desechos se apilan en vertederos, se queman de manera rudimentaria o acaban en el mar.
Las importaciones de residuos plásticos, a menudo mal tratados, hacia Indonesia han crecido recientemente, pasando de 10,000 toneladas al mes a finales de 2017, a 35,000 toneladas mensuales a fines de 2018, según la ONG ecologista Greenpeace.
Ante el alcance del fenómeno y de las críticas, las autoridades reforzaron los controles y en los últimos meses empezaron a reenviar a sus remitentes los cargamentos que no respetaban las reglas.
En la isla indonesia de Batam, cerca de Singapur, 49 contenedores de residuos que no respetan las normas fueron incautados y reenviados a Estados Unidos, Alemania, Francia, Hong Kong y Australia, indicó el portavoz de las aduanas.
Contaminación con sustancias tóxicas
Estos contenedores albergaban una mezcla de basura, envases plásticos y residuos peligrosos. Los cargamentos no corresponden a los desechos legalmente exportables y “pueden estar contaminados con sustancias tóxicas o peligrosas”, precisó el portavoz.
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Cerca de 200 contenedores fueron también reenviados desde Surabaya, la segunda ciudad de Indonesia, hacia Estados Unidos, Reino Unido y Alemania, según datos brindados por las aduanas.
Paralelamente, las autoridades de la región de Yakarta se disponen a reenviar unos 150 contenedores y examinan otros mil, señaló Deni Surjantoro.
En Francia, las aduanas confirmaron que dos contenedores salieron de Batam hacia Francia el 29 de julio. Según el ministro de Medioambiente y Bosques, se reenviaron en total 20 contenedores que no respetaban las reglas.
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Yakarta autoriza la importación de desechos reciclables, pero las cargas deben estar libres de otros no tratados o peligrosos.
Indonesia, al igual que otros países de Asia -Malasia, Filipinas, Sri Lanak o Camboya- multiplican este tipo de operaciones para dejar de ser el vertedero de los países ricos.
Australia reaccionó comprometiéndose a poner fin a la exportación de sus desechos reciclables.
Según la organización de defensa del medioambiente WWF, cada año se producen 300 millones de toneladas de plástico, de las cuales una buena parte acaba en vertederos y contaminan los mares amenazando la vida de la fauna.
