Autoridades salvadoreñas detuvieron este jueves al menos 25 integrantes de una banda dedicada al tráfico de personas a Estados Unidos,justo cuando se encuentra de visita el secretario interino de Seguridad Interior estadounidense, Kevin McAleenan, informó la Fiscalía.
Los miembros de la banda, que cobraba entre 8,000 y 12,000 dólares para trasladar a los migrantes, fueron detenidos en un operativo que abarcó la capital San Salvador, y los departamentos de Santa Ana, Morazán, San Miguel, La Unión y Usulután, precisó la Fiscalía.
Entre los detenidos figuran pequeños empresarios, abogados y un agente de policía, acusados de tráfico ilegal de personas y por agrupaciones ilícitas.
El fiscal a cargo de la operación, Germán Arriaza, dijo a periodistas que se emitieron 32 órdenes de detención para miembros de la banda.
La Fiscalía congeló cuentas bancarias e incautó una fábrica de cable, 14 propiedades y 23 vehículos que pertenecían a los detenidos.
El fiscal general de El Salvador, Raúl Melara, consignó en su cuenta en Twitter que “esta organización criminal lucró con el sufrimiento de salvadoreños, poniéndolos en riesgo y aprovechándose de ellos”.
https://twitter.com/FGR_SV/status/1167036414875316224
Melara exhortó a la población a denunciar y “desconfiar de quienes les hagan promesas migratorias”.
McAleenan, tras reunirse con el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, firmó este miércoles un acuerdo para frenar la migración irregular y atacar a los traficantes de personas y a las pandillas.
Abogó por “un enfoque amplio” para enfrentar la migración irregular, incluida la que sale de los países del norte de Centroamérica para escapar de la violencia y la pobreza.
El funcionario estadounidense, que cierra su visita el viernes, informó que 16,000 salvadoreños buscaron cruzar la frontera entre México y Estados Unidos en mayo, y la cifra se redujo a 6,000 en agosto.
“Queremos proteger a la población vulnerable de las promesas de los coyotes (traficantes) que no les importa su seguridad”, subrayó McAleenan.
En Estados Unidos viven unos 2,5 millones de salvadoreños que con sus remesas, que rondan el 16% del producto interno bruto (PIB), mantienen a flote la economía dolarizada de este país centroamericano.