Cuando ha transcurrido el 10% del sexenio, la ya de por sí despiadada campaña anti AMLO amenaza con recrudecerse, seguramente con miras a destronar al presidente a mitad del camino, mediante el anunciado referendo para una eventual revocación de mandato
Debido precisamente a que han transcurrido apenas siete meses y medio desde que Andrés Manuel López Obrador asumió el poder, sería absurdo asumir todas las barbaridades que se le vienen atribuyendo al mandatario nacional, mermando su popularidad.
Es obvio que sus presuntos contrasentidos o deficiencias tienen que ver generalmente con el deplorable estado en que el viejo sistema entregó al país. Seis años bastarán apenas para neutralizar inercias perniciosas y sentar las bases del progreso, con base en un nuevo régimen. Una transición ipso facto es impensable, y esto lo saben muy bien los detractores de AMLO.
El reto de acabar con la corrupción es descomunal; implica no sólo someter al imperio de la ley a los servidores públicos e instituciones, sino moralizar a prácticamente toda una sociedad que terminó como víctima, cuando no cómplice, del mal gobierno y/o de la delincuencia.
Las raíces de la corrupción e impunidad han profundizado a tal grado que el arrancarlas implica lacerar a la sociedad civil, a ese mismo pueblo que López Obrador pretende rescatar de la ancestral injusticia social que aún priva en México.
En este contexto, López Obrador señaló recientemente la existencia de un tiradero de obras en el sector salud, refiriéndose a construcciones inconclusas, lo cual incluye el equipamiento de estas. Pero omitió decir que ese “tiradero” nos lleva a otro más grave: la quiebra del sistema de salud a lo largo y ancho del país.
Dentro de ello, resulta por demás indignante que continúe el derroche y malversación de recursos públicos, frente a realidades lastimosas, como es el hecho de que millones de mexicanos reclamen su derecho a contar con servicios médicos de calidad, un abasto de medicamentos eficiente, centros de salud suficientes y equipos con tecnología de vanguardia.
Ya lo dijo el presidente: los hombres del sistema “se dedicaron a hacer negocios en las pasadas administraciones; a construir edificios(…), hospitales que dejaron sin terminar. Hay un tiradero de obras por todo el país. Vamos a atender todo esto, y lo vamos a hacer con(…) miles de trabajadores de la salud que son muy sensibles y que nos van a apoyar”.
EL CASO COAHUILA
Es evidente que la administración pública del estado de Coahuila, un importante bastión del PRI, continúa a merced de viejos vicios. Por consiguiente, siguen a la orden del día problemas extremadamente serios en materia de salud pública, como es el multi inaugurado elefante blanco, denominado Centro Oncológico “Salvador Chavarría”, cuya construcción en Saltillo costaría originalmente alrededor de 300 millones de pesos, arrancó en marzo de 2015, en el periodo del ex gobernador Rubén Moreira Valdez, hoy es diputado federal.
En los últimos cuatro años, el gobierno ha anunciado en por lo menos seis ocasiones la puesta en operaciones de esta estructura hospitalaria, inaugurada por primera vez el 29 de noviembre de 2017. La primera fecha límite para su puesta en marcha fue el 31 de agosto de 2016; la segunda, agosto de ese mismo año; la tercera, agosto de 2018; la cuarta, a principios de 2019; la quinta, mayo de este año; y, la sexta, septiembre de 2019, pero ahora con la novedad de que se invitará al presidente Andrés Manuel López Obrador a que inaugura nuevamente este “elefante blanco”, cuya edificación, se afirma, tiene un avance aproximado de 90 por ciento.
Se necesitaría tener cierto grado de estupidez para no poder percibir que detrás de estas falsas promesas de inauguración se esconde toda una historia de corrupción, de la cual daremos cuenta puntualmente, así como de otras arbitrariedades en el sector salud que han hecho crisis en las manos del gobernador Miguel Ángel Riquelme y de su secretario de Salud, Roberto Bernal, quien, ocupado en hacer las veces de operador político del PRI, carece de tiempo para resolver adecuadamente una serie de graves problemas administrativos y sindicales.
Acerca de esto último, adelanto que hace días personal del Hospital General de Zona de la cabecera municipal de Allende, con una cobertura de servicios en la región de los Cinco Manantiales, tuvo lugar un escándalo de corrupción, saliendo a relucir un rosario de excesos solapados por la Secretaría de Salud a la delegada sindical en ese hospital, Sonia Cerda Pérez.
Ante la también delegada, pero a nivel estatal, de dicha agrupación, Lidieth Reyes, personal de dicho centro médico denunció directamente a Cerda Pérez por abuso de autoridad, acoso laboral, mal uso de las instalaciones, venta de plazas, doble función pública, imposiciones y manipulación de personal, entre otras irregularidades.
La doctora María Luisa Hernández Luna, médico pediatra de ese hospital en Allende, integrante del grupo de inconformes, quienes presentaron por escrito un reporte de hechos, tanto al gobernador, como al secretario de Salud, e hicieron extensiva la denuncia respectiva a la Secretaría de Salud federal.
Esta situación, tan común en otras regiones de Coahuila, es otra de las bombas de tiempo que también está a punto de explotarle a Miguel Ángel Riquelme, pues la acusada, a pesar de que cínicamente afirma que “ya tiene todo arreglado con el departamento jurídico”, se sabe que, no obstante que tiene antecedentes penales por fraude, se le sigue permitiendo fungir como delegada sindical. Veremos y diremos.
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DAVID GUILLLÉN PATIÑO / SEMBLANZA
Oriundo de la ciudad de Saltillo, Coahuila (México), David Guillén Patiño cuenta con 35 años de experiencia como reportero, editor, comentarista, productor de radio, asesor periodístico y portavoz de diversas instituciones públicas y privadas. También ha sido responsable de imagen y comunicación social en campañas de cinco candidatos a cargos de elección popular, postulados por: PRI, PAN, PRD, PT y Morena. Su columna “Palabras Mayores” viene publicándose, entre otros medios impresos y electrónicos, en: Vanguardia, El Diario de Coahuila, El Heraldo de Saltillo, Espacio4, El Demócrata, Top Secret, El Periódico de Saltillo, El Pionero, El Fiscal de Coahuila, El Quijote, Líder, Yáncuic (Durango), Libertad (Chihuahua) y Columnas de México.