TRABAJO muchas horas y no quiero seguir mintiendo sobre quién soy realmente.
De aproximadamente 125 millones de mexicanos que somos en este 2019, la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo del INEGI estima que 54,1 millones de personas tienen un empleo formal en una institución establecida.
Según el promedio internacional aceptado, el 10 por ciento de la población podemos ser clasificados como personas de diversidad sexual y de género no normativas (LGBT+). Entonces 5,41 millones de personas LGBT+ trabajamos todos los días en este país para una empresa.
El estudio más reciente de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico calcula que en México trabajamos un promedio de 2,255 horas a la semana. Es decir, unas 9,3 horas del día estamos inmersos conviviendo en un ambiente laboral, entre colaboradores, jefes, clientes, proveedores, etcétera.
Según el estudio de 2018 que hicimos desde ADIL Diversidad e Inclusión Laboral, las personas en el trabajo prefieren en un 56 por ciento mantenerse “en el clóset” durante sus horas laborales.
Considero entonces que 3,029 millones de personas, de una forma u otra, estamos mintiendo en horas hábiles todos los días. Durante casi el 40 por ciento de nuestro día, preferimos no decir la verdad. Tenemos miedo de revelar quiénes somos realmente en nuestra vida personal, cómo es nuestra configuración familiar, nuestra forma de amar o percibirnos a nosotros mismos, cuando bajo los estándares sociales somos “diferentes”.
La inclusión social total de las personas que pertenecemos a la diversidad sexual y de género es una responsabilidad de todos y todas. No es tarea solo del gobierno que vaya eliminando barreras para garantizar igualdad de condiciones y derechos para todas las personas LGBT+ en todos los ámbitos. Sin duda también es responsabilidad de cada persona que tenga un liderazgo social, formal o informal.
Desde ADIL trabajamos por esos 5,41 millones de personas LGBT+ que todos los días laboramos en una empresa y aportamos económicamente al país. A través de la promoción de documentación de políticas de no discriminación precisas en todos los centros laborales. Del establecimiento de procedimientos de capacitación incluyentes y creación de canales de denuncia efectivos. De creación de grupos de trabajo que visibilicen la realidad cotidiana en el interior de cada lugar de trabajo, prestaciones igualitarias, etcétera.
Nuestra visión es lograr espacios de trabajo libres de discriminación, que lleven a la erradicación de estigmas y estereotipos alrededor de las personas que somos LGBT+, para que seamos valorados por nuestras capacidades y talentos, más allá de características de nuestra vida personal, elevando la productividad, retención de talento y sentido de pertenencia.
La certificación HRC Equidad MX: Mejores Lugares para Trabajar por la Equidad LGBT 2019, contiene la lista de 73 empresas que hoy día ya están trabajando de manera efectiva en esta inclusión, y que llegan a 722,000 personas empleadas en todo el país. Con esto apenas llegamos al 14 por ciento de la población LGBT+ en empresas, pero aun así hay mucho más que hacer con las mismas entidades laborales que ya aparecen en este listado. Sin duda necesitamos que este número siga creciendo año con año.
Sabemos que cada persona que recibe esta nueva forma de pensar y sociabilizar los temas LGBT+ a través del trabajo podrá impactar al menos a otras cuatro personas en su vida cotidiana, con lo que entonces estamos aportando en mucho al cambio del país.
Qué mejor manera de lograr la transformación de nuestro país, cuando reeducamos a los adultos en sus horarios laborales, para así ir impactando positivamente la sociedad en la que queremos vivir.
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Socio director de ADIL Diversidad e Inclusión Laboral.