Los oficiales de Inmigración y Aduanas rechazaron las solicitudes de la Casa Blanca del presidente Donald Trump para liberar a los inmigrantes detenidos en las “ciudades santuario” de Estados Unidos como venganza contra los demócratas por oponerse a las políticas de inmigración de Trump, incluida la financiación de un muro fronterizo.
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Según The Washington Post, citando a los funcionarios del Departamento de Seguridad Nacional y los correos electrónicos que revisó, la Casa Blanca sugirió esto dos veces al DHS, primero en noviembre de 2018 y nuevamente en febrero, pero ICE rechazó el plan y le dijo a la Casa Blanca que habría Preocupaciones presupuestarias y de responsabilidad, y “riesgos de RP también”.
Según The Post, la Casa Blanca trató de liberar a los detenidos en “bastiones demócratas”, incluido el distrito de la Presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, en California, y dijo que aliviaría la presión sobre los centros de detención de ICE, así como un punto político.
ICE y la Casa Blanca no respondieron de inmediato a las solicitudes de comentarios de Newsweek .
Un portavoz del DHS dijo a Reuters que el plan era “una sugerencia que se presentó y rechazó, lo que puso fin a cualquier otra discusión”. Un funcionario de la Casa Blanca, en una declaración ante The New York Times, calificó la propuesta de “no historia”, y dijo: La posición de la administración es que queremos deportar, no liberar, a extranjeros ilegales “.
“El alcance del cinismo y la crueldad de este gobierno no puede ser exagerado”, dijo Ashley Etienne, directora de comunicaciones de Pelosi, en una declaración a The Post.
“Usar seres humanos, incluidos niños pequeños, como peones en su juego de guerra para perpetuar el miedo y satanizar a los inmigrantes es despreciable y, en algunos casos, criminal”, continuó la declaración.
“El pueblo estadounidense ha rechazado rotundamente las políticas tóxicas contra los inmigrantes de este gobierno, y los demócratas continuarán avanzando en las políticas de inmigración que nos mantienen seguros y honran nuestros valores”.
Las llamadas ciudades santuario son jurisdicciones locales que limitan su cooperación con las autoridades federales, como ICE, para hacer cumplir las leyes de inmigración.
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Son uno de los objetivos de ataque favoritos de Trump, y su administración ha trabajado para bloquear la financiación federal para ellos.
Trump emitió una orden ejecutiva que descalificaba a las ciudades santuarias de obtener ciertas subvenciones federales, pero en 2018 los tribunales dictaminaron que se trataba de una exageración inconstitucional .
Trump está decidido a construir un gran muro a lo largo de la frontera entre EE. UU. Y México, y declaró una emergencia nacional sobre el tema cuando el Congreso se negó a autorizar los $ 5.7 mil millones que Trump quería para el muro en su presupuesto. Los demócratas argumentan que el muro sería ineficaz y costoso, y que declarar una emergencia nacional no es más que un truco político sobre una crisis que no existe.
Declarar una emergencia nacional le permite a Trump eludir el Congreso y redirigir los fondos designados para otros fines, como la construcción militar. Si bien el presidente tiene la autoridad para declarar una emergencia nacional, si la situación en la frontera constituye una pregunta, y ya enfrenta varios desafíos judiciales.
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Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek
