Es un hecho que las condiciones de vida de las niñas, niños y adolescentes han presentado avances importantes durante los últimos años. Sin embargo, estos avances se encuentran sesgados por un calificativo que define en gran medida las condiciones socioeconómicas de la población mexicana: la desigualdad.
En efecto, no todos los menores mexicanos gozan de los mencionados avances, ya que un gran número de ellos son víctimas de situaciones económicas que son poco favorables para su desarrollo y de crímenes atroces que vulneran su integridad y sus derechos.
El contexto social actual en México es complicado y suele ser denigrante con los más desfavorecidos. Además de la desigualdad, existen dos situaciones más que dan un panorama general de la situación actual frente a la que cabe preguntarse, ¿cómo se encuentran la niñez mexicana?
Por un lado, el país atraviesa por el periodo más violento de su historia reciente, donde todas las expresiones de violencia han prevalecido y trascendido a todos los grupos sociales. Por otro lado, la pobreza aqueja a casi la mitad de la población nacional.
Es así como se han configurado ambientes hostiles para la niñez que evidencian la deuda social que se tiene que con ella y el largo camino que aún queda por recorrer para garantizarles una vida digna.
Demografía infantil
Los niños, niñas y adolescentes representan cerca de un tercio de la población mexicana: 39.8 millones de habitantes tienen menos de 18 años, según las proyecciones de población para 2019 de CONAPO.
Los datos de la encuesta intercensal refieren que, el 62% de los niños viven en localidades urbanas, mientras que, el restante 38% en localidades rurales.
Cerca de 33 millones de niños, niñas y adolescentes tienen entre 3 y 18 años, de los cuales, el 21.8% viven en hogares que se describen como indígenas; el 5.7% habla alguna lengua indígena y el 11.3% de ellos no habla español, y poco más de 338 mil se definen como afromexicanos.
Delitos contra menores, reflejo de una sociedad infame
Como ya se mencionó, en México se viven los tiempos más violentos de la historia reciente del país. Los niveles de violencia se mantienen al alza desde hace años. Los delitos contra los menores no son una excepción.
El delito más recurrente contra los menores de 18 años son las lesiones dolosas. De acuerdo con datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), tan solo en el primer trimestre de 2019 un total de 2 mil 446 niños, niñas o adolescentes fueron víctimas de lesiones dolosas.
Durante 2018, las víctimas infantiles por este mismo delito ascendieron a 9 mil 481 menores. En suma, entre enero de 2015 y el primer trimestre de 2019, se tiene registro de 40 mil 978 menores víctimas de las lesiones dolosas.
El segundo delito que tiene mayor incidencia contra los menores son los clasificados como “otros delitos que atentan contra la libertad personal”. Durante los primeros tres meses de este año, ya se habían registrado mil 287 víctimas de esta situación.
De Irresponsabilidades y otros delitos contra los niños
Los delitos culposos tienen una gran relevancia: las lesiones y los homicidios culposos. Si bien estos delitos (en teoría) no entrañan la intención de agredir, sí representan actos de irresponsabilidad.
Estos actos irresponsables llevaron a que entre enero y marzo de este año 936 menores fueran víctimas de lesiones culposas, mientras que otros 358 perdieron la vida por un homicidio doloso.
Durante 2018, el SESNSP registró que 3 mil 440 menores de 18 años fueron víctimas de lesiones culposas, mientras que, otros mil 661 fueron víctimas de homicidio culposo.
Además, la corrupción de menores registró 442 delitos durante el primer trimestre de 2019, en tanto que, durante 2018 se presentaron mil 393; los delitos clasificados como “otros delitos que atentan contra la integridad corporal” registró 290 en el primer trimestre de 2019 y mil 143 en durante 2018.
Homicidios y feminicidios: violencia atroz contra los niños
El homicidio doloso requiere una mención especial. En general este delito ha presentado incrementos de tal forma que desde hace varios años, mes tras mes, alcanza un nuevo récord histórico que nunca antes se había registrado.
En el caso de los niños, 285 menores fueron víctimas de homicidio en lo que va de 2019, y esta cifra se también ha mantenido incrementos desde que se tienen cifras comparables (desde enero de 2015).
Mientras que, en 2015 perdieron la vida 767 menores de edad, esta cifra incrementó a 878 en 2016, un incremento equivalente al 14%; hacia 2017 los homicidios donde la víctima fue un menor incrementaron a mil 131, el equivalente a un 29% más que el año precedente.
En 2018 los homicidios contra menores de edad no dejaron de incrementar: al cierre de ese año mil 238 menores fueron asesinados.
A esta cifra, se le tiene qué agregar los feminicidios donde la víctima fue una menor de 18 años. Este delito también ha mantenido incrementos importantes, ya que la cifra pasó de 50 feminicidios en 2015, a 87 en 2018.
Entre enero y marzo de 2019, se registraron 27 feminicidios contra niñas o jóvenes. Destaca que esta cifra representó el 15% de los 198 feminicidios totales registrados durante este periodo.
Más delitos contra los niños, niñas y adolescentes
Las cifras del SESNSP refieren que además de los delitos que ya se mencionaron, seis delitos más cobraron 331 víctimas infantiles en el primer trimestre de 2019, y estos mismos delitos, 668 víctimas durante 2018.
Se trata de una lista que incluye delitos de alto impacto como el secuestro, extorción, rapto, y trata de persona.
Seis delitos concentraron 668 víctimas infantiles durante 2018, y sumaron 331 durante los primeros tres meses de 2019
(Víctimas menores de edad de seis delitos)
Fuente: Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, cifras de Incidencia Delictiva.
Nota: las cifras de 2019 corresponden a la suma de los delitos registrados durante los primeros tres meses de este año.
Trabajo infantil
Además de la situación de inseguridad y los delitos que se comenten contra ellos, los menores se enfrentan también al trabajo infantil. Llama la atención los menores de edad que se encuentran trabajando por debajo de la edad permitida (menores de 15 años) y los que se encuentran ejerciendo un trabajo peligroso o no adecuado incluso en el ámbito doméstico.
Frente a ello destaca que, de acuerdo con la última información disponible del Módulo de Trabajo Infantil del Inegi (de diciembre de 2017), un poco más de 2.1 millones de menores de edad no asisten a la escuela, ¿las razones? son muchas y todas ellas atentan contra los derechos infantiles.
El 12% de estos 2.1 millones de niños, niñas y adolescentes no asiste a la escuela por razones de trabajo; otro 5% porque realiza quehaceres domésticos en el hogar.
En total 2.3 millones de menores de edad se encuentran trabajando. La gran mayoría se encuentra en alguna ocupación no permitida: casi 2.1 millones de menores de edad. De esta última cifra, poco más de 800 mil niños trabajan por debajo de la edad permitida, y casi 1.3 millones están ocupados en algún trabajo peligroso.
De porqué los niños no asisten a la escuela
El trabajo es sólo una de las razones que explican la ausencia escolar del 17% de los 2.1 millones de niños, niñas y adolescentes que no asisten a la escuela. Todas las demás razones atentan contra el derecho a la educación de los niños.
Otro 5% de los menores de edad declararon que no asisten por la discriminación, por la inseguridad o por la distancia a la que se encuentra su escuela; otro 6% por alguna enfermedad, por un accidente o por una discapacidad; un 9% dejó de asistir por un embarazo, por matrimonio o unión y otros problemas familiares.
Destaca que el 42% de los menores de edad declararon que no asisten a la escuela por falta de interés, aptitud o requisitos para ingresar a la escuela, mientras que por la falta de recursos económicos, otro 14% de los menores se ve imposibilitado para ejercer su derecho a la educación.
Al respecto, información de “Los derechos de la Infancia y la Adolescencia en México” de la UNICEF refiere que más de la mitad de los niños, niñas y adolescentes viven en situación de pobreza, mientras que 4 millones viven en la pobreza extrema.
Adicionalmente el 91% de los niños indígenas viven en situación de pobreza extrema.