Mientras los funcionarios de salud combaten los brotes de sarampión registrados en algunas partes de Estados Unidos, los menores que no han sido inmunizados y temen contagiarse de esta y otras enfermedades infecciosas intentan averiguar por internet la manera de recibir vacunas sin el consentimiento de sus progenitores.

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Hasta ahora, el condado de Clark, Washington ha confirmado 41 casos de sarampión, los cuales incluyen a 30 niños con menos de 10 años de edad.

Y esta semana, los funcionarios de salud pública de Georgia confirmaron que tres miembros de una familia no inmunizada habían adquirido esta enfermedad viral, potencialmente mortal.

En 2018, Estados Unidos registró la segunda tasa de sarampión más elevada desde el año 2000, cuando la enfermedad se declaró erradicada en el país. En buena parte, ese

alarmante incremento fue consecuencia de que muchos progenitores se negaron a vacunar a sus hijos.

El problema no está limitado a Estados Unidos. El mes pasado, la Organización Mundial de la Salud (OMS) afirmó que el rechazo de las vacunas será una de las principales amenazas para la salud global en 2019.

A fines del año pasado, OMS informó que, debido a que no hubo una cobertura de vacunación completa, todas las regiones del mundo registraron un incremento notable de casos de sarampión durante 2017, en tanto que otras enfermedades virales -como la poliomielitis- siguen afectando a los niños no inmunizados de Afganistán y Pakistán.

En noviembre de 2018, la OMS declaró: “La vacuna contra el sarampión ha salvado más de 21 millones de vidas desde el año 2000. Sin embargo, a partir de 2016, los casos notificados han aumentado más de 30 por ciento en todo el mundo”.

El argumento contra la inmunización es el mito generalizado de que el sarampión es relativamente benigno comparado con la vacuna contra sarampión, paperas y rubéola (MMR).

En las últimas semanas, numerosos jóvenes no vacunados han recurrido a la Internet pidiendo consejos para obtener la vacuna, ya que les preocupa ser vulnerables a la enfermedad.

Pzeolla, un usuario Reddit que afirmó tener 15 años y ser residente de la ciudad de Nueva York, escribió: “Nunca le di importancia al hecho de que mis padres no me vacunan, pero ahora que he investigado un poco me doy cuenta de que las inmunizaciones no son dañinas y quiero vacunarme. ¿Algún consejo sobre lo que debo hacer?”.

La semana pasada, otro presunto adolescente de Washington, con el nombre de usuario PuffPuffer, reveló que su madre se “opone a las vacunas”, y preguntó: “¿Cuáles son mis opciones?”.

“Mis hermanos y yo compartimos la ideología de que las vacunas son un asunto importante para la salud pública, así como una responsabilidad individual que beneficia a toda la población, y no solo un derecho del que puedes privar a tus hijos”, agregó PuffPuffer. “Como menor de edad, no veo la manera de hacerme cargo de mi propia salud”.

En una publicación del jueves 31 de enero, otro usuario identificado como Kazabar afirmó tener 13 años de edad y una madre “anti vaxxer” [antivacunas]. “Quisiera que alguien me ayudara o me diera pruebas científicas para convencer a mi mamá de que debe vacunarme”, escribió Kazabar.

Numerosos usuarios señalaron que cualquier menor de edad puede solicitar la vacuna sin el consentimiento de sus padres en los estados de Alabama, Alaska, Arkansas, Delaware, Idaho, Illinois, Kansas, Luisiana, Maine, Massachusetts, Montana, Nevada, Oregón, Pensilvania, Carolina del Sur, Tennessee, Washington, y Virginia Occidental.

El Dr. Litjen Tan, director de estrategias en la Coalición para la Acción en Inmunización, dijo a Newsweek: “La cantidad de brotes y casos es muy inquietante.

Estados Unidos tiene requisitos de vacunación para el ingreso escolar, los cuales varían de un estado a otro. A pesar de ello, esos requisitos han servido de mucho para mantener los niveles de cobertura de vacunación”.

“Los brotes tienden a ocurrir en zonas de necesidad [donde el acceso puede entorpecer la vacunación] o en áreas donde hay rechazo de la vacunación. La inmunidad contra el sarampión se reduce mucho en esas regiones y las vuelve vulnerables al sarampión”, concluyó Tan.

Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek