La relatora especial de la ONU sobre ejecuciones extrajudiciales, Agnès Callamard afirmó que el asesinato del periodista saudita Jamal Khashoggi fue “planificado y perpetrado por representantes de Arabia Saudita”.
A través de un comunicado al regreso de una misión de investigación en Turquía en torno a ese asesinato que tuvo lugar el 2 de octubre en el consulado saudita de Estambul, Callamard dijo que tiene “pruebas” de ese “asesinato premeditado”.
La relatora denunció la utilización de “la inmunidad” diplomática para cometer un asesinato con total “impunidad”.
“Las pruebas recogidas en el transcurso de mi misión en Turquía demuestran (…) que Khashoggi fue víctima de un asesinato brutal y premeditado, planificado y perpetrado por representantes del Estado de Arabia Saudita” afirmó.
Más de cuatro meses después de su muerte, el cuerpo del periodista, que escribía para el Washington Post entre otros, todavía no es hallado.
Este asesinato ha sumido a Arabia Saudita en una grave crisis diplomática y sobre todo ha empañado la reputación del príncipe heredero, Mohamed bin Salmán (también identificado por sus iniciales MBS), quien es acusado por funcionarios estadounidenses y turcos de haberlo encargado personalmente.
Riad, sin embargo, culpó del asesinato a elementos “incontrolados”. El juicio de 11 sospechosos se abrió a comienzos de enero en Arabia Saudita, y el fiscal general ha solicitado la pena de muerte para cinco de ellos.
Ankara, por su parte, ha subrayado repetidamente la necesidad de una investigación internacional sobre este caso, lamentando la falta de transparencia de la investigación saudita.
Mientras tanto, grupos de derechos humanos presionaron al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, para que tome medidas sobre el caso, en la víspera de una fecha límite establecida por el Congreso para castigar a los perpetradores.
En octubre, los líderes republicanos y demócratas del Comité de Relaciones Exteriores del Senado invocaron la Ley Magnitsky, que otorgó al gobierno de Trump 120 días -hasta el 8 de febrero- para determinar quién estaba detrás del asesinato de Khashoggi y describir las acciones en su contra.
La ley, dirigida contra los asesinatos extrajudiciales y la tortura, lleva el nombre de Serguéi Magnitsky, un contador anticorrupción que murió bajo la custodia de Rusia.
En una declaración conjunta el jueves, acompañada de una manifestación frente a la Casa Blanca, seis grupos de defensa, incluyendo a Human Rights Watch, Reporteros sin Fronteras y el Comité de Protección de Periodistas, instaron a Trump a presentar acciones sobre el asesinato de Khashoggi y liberar los registros de la CIA sobre su muerte.
Callamard afirmó en un comunicado que el asesinato de Khashoggi “violó a la vez al derecho internacional y las reglas básicas de las relaciones internacionales, incluido todo lo que concierne al uso legal de las misiones diplomáticas”.
“Las garantías de inmunidad jamás tuvieron como objetivo hacer posible que se cometa un delito y exonerar a sus autores de su responsabilidad penal”, añadió.
Su informe final será presentado en junio ante el Consejo de derechos humanos de la ONU en Ginebra, pero sería publicado algunas semanas antes, a fines de mayo. En este presentará una serie de recomendaciones que, sin embargo, no son vinculantes para los Estados.
Durante su misión, Callamard se reunió en particular con el fiscal general de Estambul y con el jefe de los servicios secretos turcos, así como fue recibida por los ministros de Relaciones Exteriores y de Justicia del país.
Con información de AFP