Una sonda espacial soviética que ha estado en órbita alrededor de la Tierra durante casi medio siglo podría estrellarse en el planeta este año, señaló un experto.
La sonda Cosmos 482 fue lanzada en marzo de 1972 con destino a Venus.
Tras alcanzar la órbita de la Tierra, debía ser propulsada hacia el segundo planeta del Sistema Solar. Sin embargo, una falla en los motores la dejó varada en el espacio.
En el momento de la falla, el vehículo espacial se fragmentó, y cuatro de sus piezas se estrellaron en un campo perteneciente a una granja de Nueva Zelanda.
Según el diario New Zealand Herald, varias esferas de aleación de titanio de 13.6 kg abrieron agujeros en las cosechas.
Las marcas de fabricación indicaban que eran de origen soviético y, en ese momento, el ministro de Relaciones Exteriores intentó devolver las piezas, pero las autoridades rusas negaron ser sus propietarias.
Se piensa que el resto de la sonda Cosmos 428, que incluye su carga y su unidad de motor, permanecieron en el espacio, en la órbita terrestre. Dado que el vehículo fue diseñado para resistir las presiones atmosféricas extremas de Venus, los expertos piensan que es probable que sobreviva al descenso a través de la atmósfera de la Tierra.
En una entrevista realizada el año pasado con la agencia noticiosa estatal Sputnik News, el astrónomo e historiador de la cosmonáutica Pavel Shubin dijo que se espera que la sonda Cosmos 428 se estrelle en la Tierra en algún momento entre 2023 y 2025.
Señaló que se desconoce el sitio donde caerá, pero añadió que probablemente estará entre los 52 grados de latitud norte y los 52 grados de latitud sur.
Sin embargo, en un informe publicado por el sitio web Space.com se indica que el vehículo podría estrellarse este año.
Se afirma que la sonda viaja a velocidades extremadamente rápidas, orbitando la Tierra una vez cada 112 minutos.
Thomas Dorman, que ha estado siguiendo la pista del satélite, declaró al sitio web que éste debía sobrevivir “sin problemas” a su entrada en la atmósfera. Señaló que, en su opinión, hasta 40 o 50 por ciento de la parte superior del vehículo podría estar todavía en el espacio.
“Es interesante señalar que el apogeo de la órbita ha comenzado a disminuir lentamente”, declaró a Space.com.
“Ahora mismo, puedo conjeturar que su entrada a la atmósfera se producirá entre finales de este año y mediados del próximo.
Sin embargo, pronosticar su desintegración es tanto un arte como una ciencia. El otro problema es que nadie puede pronosticar la actividad solar para el próximo año, lo cual podría influir en el tiempo de desintegración.
“Tratar de estudiar a la sonda Cosmos 482 y lo que queda de ella es como intentar estudiar y comprender un barco hundido que se mueve a hipervelocidad en condiciones de luz perpetuamente cambiantes, y hacerlo desde la superficie de un océano (…) dicho océano tendría varios miles de kilómetros de profundidad, y daría la oportunidad de mirar el barco solo unas pocas veces al año durante unos cuantos segundos en su punto más cercano y mejor”.
Si el satélite sobrevive a su entrada en la atmósfera, es probable que se estrelle en el océano o en una zona despoblada.
Otro satélite fuera de control, el Tiangong-1 de China, se estrelló contra la Tierra en marzo del año pasado, tras perder la comunicación dos años antes con el organismo espacial de ese país.
La mayor parte del vehículo espacial se quemó al entrar en la atmósfera, mientras que el resto cayó en el Océano Pacífico.
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Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek