El Cubo de Rubik alcanzó un récord de ventas en 2017. ¿Cómo es que este rompecabezas de 40 años se mantiene tan joven?
En un mundo de información infinita y distracciones digitales, el Cubo de Rubik parece un artilugio obsoleto. El húngaro Erno Rubik es un profesor de arquitectura que construyó el primer prototipo en 1974. Para la década de 1980, el juguete era todo un fenómeno de la cultura pop. Y ahora, el cubo se vende mejor que nunca: en 2017, las ventas alcanzaron un récord de 250 millones de dólares.
Esas cifras se sustentan en el creciente interés que tiene el cubo para la educación científica. Por ejemplo, en 2008 se introdujo el programa “Tú puedes hacer el Cubo de Rubik”, el cual distribuye el cubo en las escuelas de Estados Unidos, junto con instrucciones detalladas para resolverlo. Dicho programa se centra en lo que los educadores llaman “destrezas de aprendizaje del siglo XXI”, que incluyen resolución de problemas, iniciativa, pensamiento lógico y manejo de la frustración. La estrategia ha dado nueva vida al legado que Rubik creara hace más de 40 años. “Fui profesor durante más de veinte años, de modo que conozco la importancia de encontrar el estilo de enseñanza adecuado”, dijo Rubik, en entrevista con Newsweek. “Es tu objetivo más importante como enseñante”.
Rubik demoró un mes en resolver su primer cubo, llamado originalmente “Magic Cube”. Hoy día, el récord mundial es de 3.47 segundos. Aun con las instrucciones que incluye “Tú puedes hacer el cubo de Rubik”, el acertijo sigue siendo un reto formidable. El propio cubo consiste de nueve cuadrados por lado, cada lado en uno de seis colores diferentes, y el objetivo es organizar todos los cuadrados para que cada lado tenga el mismo color. El procedimiento de seis etapas incluye descripciones bastante desalentadoras, como “crea una línea vertical girando la cara superior hasta que el color frontal de la pieza del borde en la cara superior sin amarillo coincida con una pieza lateral central”.
La complejidad del proceso hace que el Cubo de Rubik sea una herramienta muy atractiva para enseñar STEM (siglas en inglés de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas), ya que acostumbra al cerebro a pensar en algoritmos: el tipo de razonamiento que usan los programadores de computadoras cuando desarrollan un conjunto de instrucciones ejecutables.
Y los beneficios no se limitan a la clase de matemáticas. En 2013, Tina Criste, profesora de Kent, Washington, atestiguó todo el potencial del cubo como herramienta de enseñanza. Uno de sus alumnos de sexto grado (un niño mudo que no había pronunciado palabra desde el segundo grado) fue el primero de su clase en resolver el cubo. Sus condiscípulos prorrumpieron en aplausos y, después de años, el niño rompió su silencio con un “Gracias”, fuerte y firme. Acto seguido, comenzó a hablar en voz baja con los maestros y estudiantes que necesitaban ayuda para resolver el cubo.
Este incidente respalda la afirmación de “Tú puedes hacer el Cubo de Rubik”, en cuanto a que el acertijo no solo fomenta el deseo de correr riesgos, sino que incrementa la confianza y la autoestima. “Los rompecabezas conectan con las personas, porque están hechos por personas”, asegura Rubik.
Si algún estudiante no aspira a convertirse en una máquina para desenmarañar cubos y resolver problemas, puede optar por los estuches de mosaicos. Esos rompecabezas están diseñados para resolver un solo lado y revelar un patrón específico, y luego agrupar múltiples cubos que forman una imagen (por ejemplo, la cara del presidente Abraham Lincoln). El programa “Tú puedes hacer el Cubo de Rubik” también incluye un software que proporciona 600 instrucciones de diseño. Aunado a las lecciones tradicionales basadas en soluciones Rubik, ha hecho que la compañía se vuelva omnipresente en las escuelas de Estados Unidos en la última década.
Para Rubik, quien cumplió 74 años en julio pasado, el futuro de su invento refleja su intención original: diseñar un rompecabezas para que las personas ejerciten sus mentes, y demostrar que es posible enfrentar y superar los problemas. La última lección del Cubo de Rubik es que el fracaso suele ser un maestro más eficaz que el éxito. “Tiene un pasado, y ese pasado también demuestra su potencial para el futuro”, dice Rubik. “Estoy envejeciendo, pero el cubo se mantiene joven”.
QUIÉN LO DIRÍA
El cubo de Rubik ha formado parte de la cultura del juguete durante más de tres décadas. Estos son algunos datos fascinantes sobre el rompecabezas más popular en Estados Unidos.
—El Cubo de Rubik tiene más de 43 trillones de permutaciones.
—Si giras el cubo de Rubik una vez por segundo, tardarás 1.4 billones de años en hacer todas las permutaciones.
—Desde su lanzamiento mundial, en 1980, se han vendido más de 450 millones de Cubos de Rubik.
—Justin Bieber y Will Smith son fanáticos del Cubo de Rubik.
—Se requieren 20 movimientos o menos para resolver cada permutación legal del Cubo de Rubik.
—El tiempo más rápido para resolver el Cubo de Rubik es de 3.47 segundos, registrado en noviembre pasado por el chino por Yusheng Du.
—Un robot ha resuelto el Cubo de Rubik en 0.38 segundos.
—Han resuelto el Cubo de Rubik con los ojos vendados.
—El Cubo de Rubik fue resuelto en la Estación Espacial Internacional en 2018.
—El Cubo de Rubik más grande del mundo mide 3 metros de altura; el más pequeño es de apenas 10 mm de ancho.
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Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek