Científicos chinos han encontrado una forma de ocultar mensajes en el canto de los cachalotes. Este descubrimiento podría permitir que el ejército utilice ballenas para enviar mensajes codificados que quedarían ocultos a cualquier espía enemigo.
Jiang Jiajia, de la Universidad de Tianjin University, y sus colegas, realizaron una investigación sobre cómo camuflar señales submarinas para lograr que sean más difíciles de detectar, informa el diario South China Morning Post. Los investigadores estudiaron a los cachalotes y su capacidad para utilizar la ecolocalización, es decir, el uso de ondas sonoras para localizar e identificar objetos cercanos a ellos. Dado que estos pulsos se encuentran en todos los océanos del mundo, normalmente son filtrados y descartados por los sistemas de reconocimiento que buscan señales provenientes de los submarinos.
Si el equipo es capaz de encontrar una forma de utilizar estos pulsos, podría enviar mensajes que serían extremadamente difíciles de detectar.
En una investigación publicada en la revista IEEE Communication, el equipo declaró que existen dos formas de ocultar señales en los pulsos producidos por las ballenas: cambiar la señal para incluir información encriptada, o hacer que la señal sea más débil.
La primera opción resulta problemática porque se distinguiría de otras señales que se producen naturalmente, declaró Jiang a SCMP. Sin embargo, el segundo método es prometedor. Los investigadores podrían construir un sistema de codificación alrededor de los sonidos de las ballenas. Luego, podrían editar dichos sonidos de manera que resulten indistinguible es de otros cantos de ballenas. Cuando sean recibidos por el sistema de codificación, podrán ser descifrados. La principal desventaja de este enfoque es que sería difícil enviar un mensaje a una gran distancia.
Timothy Peacock, catedrático de historia de la Universidad de Glasgow, Reino Unido, declaró a MailOnline que el sistema tiene la posibilidad de hacer que la comunicación submarina resulte más segura, pero no en este momento. “Si pueden hacer que la tecnología funcione, entonces podría ser posible en teoría”, dijo. “Otra cosa es ver si podría ser aplicada en la práctica y si, al final, justificaría su costo. La Marina de Estados Unidos experimentó con un proyecto similar entre las décadas de 1950 y 1970 para buscar comunicaciones mediante la emulación de sonidos de ballenas.
“En algunos casos, esto atrajo a las ballenas a la fuente del sonido, lo cual fue un testimonio de esa característica. Los científicos abandonaron el proyecto porque descubrieron que era demasiado difícil garantizar que el mensaje llegara a su destino, además de que las especies de ballenas iban en declive”.
Añadió que si esa tecnología se convierte en realidad, se desarrollaran rápidamente contramedidas para detectar esas señales.
Esta no es la primera vez que se utilizan animales marinos para fines militares. Varios países, entre ellos Ucrania y Rusia, poseen delfines entrenados para detectar cualquier actividad inusual en sus aguas territoriales. A principios de este año, se dio a conocer que un delfín nariz de botella ucraniano capturado por las fuerzas rusas había muerto después de ponerse en “huelga de hambre” tras negarse a desertar, una historia que data de la invasión de la Península de Crimea por parte de Rusia en 2014.
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Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek