POR: KARA CASTILLO
Puebla. “Exigimos que los Estados respeten la ley y garanticen los derechos humanos de personas en tránsito. Nuestro territorio y nuestros mares se han convertido en grandes fosas. No más muertes ni desapariciones”, pidieron mujeres integrantes de la 14 Caravana de Madres de Centroamericanas de Migrantes Desaparecidos a su paso por Puebla.
Madres de los migrantes que salieron de Guatemala, Honduras, El Salvador este año recorrieron el mismo camino que siguieron sus hijos hacia Estados Unidos, ellas ahora caminan bajo la demanda del derecho a la verdad y la justicia. En caravana por el país recorrerán casi 4 mil kilómetros de la ruta migrante en búsqueda de sus hijos.
Este 2018, nuevamente mujeres recorren estados de la República Mexicana en pistas que las lleven al paradero de sus hijos, que desaparecieron en territorio mexicano.
En Puebla, una veintena de organizaciones recibieron a la Caravana en el “territorio rebelde”, el Mercado Hidalgo, bastión político de la Unión Popular de Vendedores Ambulantes UPVA “28 de Octubre”, donde Rita Amador, líder moral de la organización dio un sentido mensaje de solidaridad a las madres.
Las integrantes de la 14 Caravana, leyeron el Manifiesto de la Cumbre Mundial de Madres de Migrantes Desaparecidos llevada a cabo en este país en la que “abrazaron a familias que buscan a desaparecidos en países donde reina la impunidad, la violencia y el racismo”.
Denunciaron que en la práctica, los gobiernos no están cumpliendo con los instrumentos internacionales y los derechos humanos están siendo violados de manera sistemática al negar a las personas el derecho al libre tránsito, al negar medidas humanitarias a las personas migrantes, y al no garantizar el derecho a la vida y responder con detenciones, deportaciones, amenazas, revictimización y más violencia.
“Unificamos nuestro amor, dolor y lucha a todas las madres, familiares y aliados que buscan a sus seres queridos. Revindicamos el papel indispensable de las madres—indígenas, campesinas, urbanas—en la búsqueda de sus hijos de la justicia”.
“Somos las madres del mundo y sus aliados fuertes e imparables. Hemos remplazado nuestras lágrimas por la movilización y la esperanza hasta encontrar a nuestras hijas e hijos. Nuestra lucha está sustentada por el amor inquebrantable, que intenta crear otro mundo en el cual se comparte con cariño, sembrando vida en lugar de muerte”.
Sostuvieron que el desplazamiento forzado en todo el mundo ha obligado a las personas a dejar atrás su lugar de origen, su país y sus seres queridos. “Se migra para preservar su vida y la vida de sus familias de la violencia social generalizada; de las guerras y conflictos; de la pobreza generada por el extractivismo, los megaproyectos y el neoliberalismo que ha permeado todos los ámbitos de la vida; de la violencia estatal y los pactos de impunidad entre gobiernos y grupos delictivos”
En el manifiesto demandaron un trato digno apegado a los instrumentos internacionales para las personas migrantes, solicitantes de asilo, refugiadas, y las personas que buscan a sus familiares desaparecidos. Hicieron un llamado en particular a cumplir con los compromisos internacionales de protección de los menores de edad, las mujeres, los indígenas y otras poblaciones en situación de vulnerabilidad, y trabajar en la prevención de los factores que ponen en riesgo el bienestar y la vida de estas poblaciones.
“Ninguna persona es ilegal; ninguna persona es clandestinas. Son las políticas que nos criminalizan y violan el marco de derechos humanos consensado a nivel internacional”.
Exigieron que se cese la separación de familias, práctica inhumana y degradante. Acusaron que esta separación de familias sucede en los centros de detención, y como resultado de la migración forzada y de las deportaciones.
Demandaron el derecho a la verdad y el esclarecimiento de hechos “La lucha y la esperanza no se agotan. Nada puede parar a una madre que busca su hijo o su hija. Las madres derribarán todas las barreras y recorrerán todos los kilómetros necesarios hasta llegar a la verdad”, dijeron madres centroamericanas.
“Los migrantes no son el problema, el problema es el imperialismo capitalista”, sostuvo la líder de la “28 de Octubre” Rita Amador y condenó al gobierno mexicano por su carácter dócil y servil de los imperialistas estadounidenses, cumpliendo su tarea de impedir la llegada de los migrantes a Estados Unidos.
Las organizaciones Frente de Solidaridad con las y los Migrantes, Colectiva ADA, El taller A.C., Colectiva Coatlicue Siempre Viva, Colectivo Opochtli, Seminario Entramados Comunitarios y Formas de lo Político, y el Centro de Estudios del Desarrollo Económico y Social (CEDES), BUAP, el Centro de Estudios y Desarrollo humanista de Tlaxcala, A Escena Teatro, Colectiva Diálogos Insurrectos, Bordados por la Paz Puebla, Foro Karuzo, Casa Click, Operación Nixtamal, No Dejarse es Incluirse, A.C. (Vida Plena Puebla), Ddeser Puebla, Foro Independiente Breve Espacio, entre otra veintena más rindieron sus pronunciamientos y mensajes a las madres centroamericanas.