Los accidentes de tránsito son percances altamente prevenibles que en su mayoría se atribuyen a factores humanos relacionados con actos de irresponsabilidad. Además de los daños materiales, cada año cobran miles de vidas y ocasionan lesiones que pueden tener secuelas físicas permanentes
Su magnitud es impresionante: la estadística de accidentes de tránsito terrestre del Inegi refiere que durante 2017 se registraron en todo el país 367 mil 789 accidentes, de los cuales 3 mil 829 resultaron fatales.
En Coahuila esa cifra ascendió a 15 mil 153 accidentes, y de ellos, 96 resultaron fatales, mientras que en 2,902 más se registró al menos un herido.
Si bien los casos de accidentes para nuestro estado han presentado una disminución de 2016 a 2017, los registros de víctimas resultan relevantes, ya que los accidentes de tránsito se encuentran entre las principales causas de mortalidad.
De acuerdo con las cifras más recientes al respecto, en 2016 se registró la muerte de 304 coahuilenses a consecuencia de algún accidente de tránsito (incluidos los accidentes de tráfico de vehículos de motor, de ferrocarril y de otros vehículos de carretera, como las bicicletas).
Ante un evento de tránsito, las presuntas causas o determinantes derivan de las condiciones inseguras de las vialidades o de actos que en su mayoría se pueden prevenir.
Del total de los eventos de tránsito que se registraron en 2017 en nuestro estado, resultó que en el 97% de los casos los conductores de los vehículos fueron la causa de este, es decir, en 14 mil 733 casos, cifra superior al registro nacional del 91 por ciento.
Adicionalmente, las fallas en los vehículos causaron 133 siniestros; aunque esta cifra representa el 1% del total, es factible sumarla a la responsabilidad del conductor, pues se trata de situaciones altamente prevenibles.
Durante el mismo año, las malas condiciones de los caminos en Coahuila ocasionaron 77 accidentes, mientras que los peatones o pasajeros fueron culpables de 191 eventos.
En una serie de tiempo, destaca que en 2008 los conductores coahuilenses fueron los culpables del 82% de los accidentes, lo que significa que, para el cierre del año pasado, su culpabilidad disminuyó por una cifra de mil 1,666 casos.
En un desagregado por municipios, los registros en los que resultó culpable el conductor prácticamente representan su totalidad.
Tal es el caso los municipios de Monclova, Piedras Negras, Ramos Arizpe, Acuña y San Pedro, donde más del 99% de los eventos de tránsito fueron atribuidos a los conductores.
Los actos de imprudencia suele ser un agravante de las consecuencias de un evento de tránsito. Si bien no se cuenta con información suficiente para cuantificar la totalidad de estas conductas, sí es posible identificar por lo menos dos que son fundamentales en la cultura vial.
Por un lado, se encuentra el uso del cinturón de seguridad. El uso de este elemento de seguridad en Coahuila ha incrementado con el tiempo, sin embargo, para 2017 aún se detectó que en 2,028 eventos de tránsito el conductor no utilizaba cinturón de seguridad, es decir, en el 13% del total de los accidentes.
Es importante resaltar que en el 79% de los casos se desconoce si se usaba el cinturón de seguridad al momento del accidente de tránsito, por lo que se puede inferir que la cifra de casos en los que no se usaba cinturón de seguridad cuando ocurrió el accidente, podría ser mucho mayor.
Para los accidentes en cuales se tiene confirmado que no se usaba el cinturón de seguridad, el municipio del Ramos Arizpe ocupa el primer lugar en el estado, ya que en el 99% de los eventos de tránsito que ocurrieron en 2017 en ese municipio, no se usaba esta medida de seguridad.
Le sigue el municipio de Sabinas, donde se confirmó que no se usó el cinturón de seguridad en el 98% de los accidentes registrados; mientras que en San Juan de Sabinas y Parras, no se usó esta medida de seguridad en 91% y 56% de los accidentes ocurridos en municipios, respectivamente.
Otra conducta imprudente es el consumo de alcohol. En 2017 se confirmó que al menos en 742 eventos de tránsito que sucedieron en la entidad el culpable tenía aliento alcohólico.
El número de casos en los que se ignora si el conductor tenía o no aliento alcohólico es relevante: 19.2% del total (cerca de 3 mil casos), por lo que posiblemente la cifra podría estar subestimada.
En el 17% de los accidentes que se registraron en Nava el conductor tenía aliento alcohólico, por lo que es el municipio con mayor porcentaje de la entidad, seguido por Parras, donde esa cifra ascendió a 14%, Zaragoza, con el 11% y Castaños y Allende, con 10 por ciento.
Es importante destacar que se observa una frecuencia en ciertos días de la semana en que los accidentes incrementan, en este caso sucede durante los fines de semana. La mayoría de ellos ocurre entre el viernes y el domingo (el 47% del total).
Sobre los culpables aún hay más qué decir. Las estadísticas de Inegi revelan que en 959 casos, el culpable se fugó, cifra que equivale al 6% del total de los accidentes que se registraron durante ese año.
Esta situación es un factor más que impide conocer las condiciones en las que se encontraba el presunto culpable, como el uso del cinturón de seguridad, su edad o su sobriedad al momento del percance vial.
Asimismo, destaca que la mayor parte de los involucrados en alguno de esos incidentes viales tienen entre 18 y 30 años, ya que en este grupo de edad se concentraron 5,398 accidentes, el equivalente al 36 por ciento.
A este grupo etario le sigue el de las personas que tienen 32 a 45 años en el que se registró el 31% de los casos.
Lo anterior significa que entre los 18 y los 45 años se concentró 67% del total de los accidentes.
Similar a la edad de los involucrados, entre los 20 y los 28 años se encuentra la mayoría de las defunciones. De acuerdo con los datos de mortalidad del Inegi, para 2016 el 20% de quienes fallecieron en Coahuila a causa de un accidente vial se encontraban en ese grupo de edad.
Además de este grupo etario, el segundo grupo que concentró mayor número de muertes fue entre los 32 y los 40 años, el cual presentó el 19% de los decesos.
De acuerdo con el estudio High Toll of Traffic Injuries, del Banco Mundial, el impacto económico de los accidentes de tránsito radica en que la mayor parte de las víctimas se encuentra en edad productiva. Asimismo, revela que, en los países en desarrollo, se registran las tasas de mortalidad por accidentes viales más altas[1].
A nivel nacional, durante 2016 se registró una tasa 13.5 muertes por cada 100 mil habitantes derivados de los accidentes viales, mientras que en Coahuila esta tasa es de 10.1 muertes, 3.4 casos menos que en el agregado nacional.
El municipio que registró el peor resultado en este sentido fue Sabinas, con una tasa de 31.1 muertes por cada 100 mil habitantes; seguido Parras, con una tasa de 29.5 muertes, y del municipio Francisco I. Madero, con una tasa de 20 muertes.
Adicionalmente, los eventos de tránsito tienen consecuencias a largo plazo. Además de las afectaciones materiales, quienes resultan heridos en un accidente a menudo tienen afectaciones a largo plazo y absorben gran parte de los costos derivados de un evento de esta naturaleza.
Si bien el número de heridos ha disminuido constantemente, las cifras aún resultan alarmantes. En 2017, se registró que 4 mil 245 personas resultaron heridas a consecuencia de 2 mil 902 incidentes viales.
Destaca que, en términos absolutos, en Torreón se registraron 2 mil 074 heridos, la cifra más alta en todo el estado, mientras que, en segundo lugar, se encuentra Saltillo con 814; seguido por Monclova, donde se registraron 215 heridos; Piedras Negras, con 203, y Ramos Arizpe, con 171.
En estos cinco municipios se concentró el 82% del total de los heridos en los accidentes de tránsito que ocurrieron durante 2017 en Coahuila.
Estas cifras reflejan la magnitud de los accidentes viales, así como las tareas pendientes encaminadas a mejorar la seguridad en materia vial.
[1] Disponible en: https://openknowledge.worldbank.org/bitstream/handle/10986/29129/HighTollofTrafficInjuries.pdf?sequence=5&isAllowed=y