Rusia y China han manifestado su interés en construir una base en la luna y, durante una declaración en Moscú, el director de la agencia espacial afirmó que los dos países podrían unir sus recursos para hacer realidad ese ambicioso proyecto.
Dmitry Rogozin, director general de la Corporación Espacial Federal Roscosmos, y ex viceministro de la Defensa, declaró que los programas espaciales ruso y chino contemplaban la posibilidad de trabajar conjuntamente para establecer una estación lunar. Mientras Rusia se prepara para alcanzar su objetivo de la primera misión lunar no tripulada en 2021, su creciente relación con China abre nuevas oportunidades en una época en que la relación entre Moscú y Washington sigue deteriorándose.
“China es un socio serio. No descarto que, tan pronto lleguemos a un acuerdo sobre el esquema de nuestro programa lunar con los estadounidenses -nuestro programa lunar tripulado-, emprendamos la creación de una estación de investigaciones en la superficie de la luna con nuestros socios chinos. Pueden ser socios igualitarios en los próximos años”, reveló Rogozin a la estación televisiva rusa Canal Uno, según información de Tass, la agencia noticiosa estatal de Rusia.
“La intención es alunizar y operar una perforadora para obtener muestras del suelo lunar, las cuales serán enviadas a la Tierra”, agregó Rogozin.
Muchos de los logros extraterrestres iniciales fueron consecuencia de la “carrera espacial”, expresión con que se designa a la competencia entre las dos superpotencias rivales de la Guerra Fría. Si bien la Unión Soviética fue pionera de la exploración espacial temprana -con hitos como el primer satélite, las primeras imágenes del lado oscuro de la luna y el primer vuelo espacial humano-, Estados Unidos sigue siendo el único país que ha llevado a cabo una misión lunar tripulada, seguida de varias otras (la última de ellas, en 1972).
Durante la evolución de la disputa internacional entre Moscú y Washington, Beijing se esforzó en dar alcance a las potencias dominantes. No obstante, fue hasta 2013 que China siguió los pasos de Rusia y Estados Unidos convirtiéndose en el tercer país que realizó un “alunizaje suave” exitoso. A partir de entonces, China ha hablado de una misión que enviaría una sonda espacial al lado oscuro de la luna, y de crear una nueva estación espacial. En 2011, China lanzó una estación espacial propia -Tiangong-1, eminentemente no tripulada-, de la cual perdió el control y terminó por caer de manera impresionante en la Tierra, en abril pasado.
La única estación espacial que permanece en órbita es la Estación Espacial Internacional, operada principalmente por Estados Unidos y Rusia. Pero ahora que Washington y Moscú han reactivado tensiones geopolíticas que evocan la Guerra Fría, su disputa parece haber trascendido los límites de la Tierra, como demuestra la declaración del viceprimer ministro Yury Borisov, quien sugirió que su país podría no renovar el contrato con NASA para transportar astronautas estadounidenses hasta dicha estación.
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A principios de septiembre, Rogozin insinuó la posibilidad de sabotaje al declarar que el orificio descubierto en un costado de la estación podría ser consecuencia de una “interferencia deliberada en el espacio”. Desde entonces, tanto NASA como Roscosmos han informado que se abstendrán de “conclusiones preliminares y de proporcionar cualquier explicación” hasta que se haya realizado una investigación completa.
Por su parte, Washington también ha acusado a Rusia y a China de militarizar el espacio mediante el desarrollo de armamento anti-satelital y otros tipos de armas. Por ello, el presidente Donald Trump ordenó en junio la creación de una Fuerza Espacial que será la sexta rama militar de Estados Unidos. Rusia y China condenaron la medida, acusando a Estados Unidos de seguir aferrado a una mentalidad de Guerra Fría y de incurrir en el riesgo innecesario de un conflicto en el espacio.
Para contrarrestar lo que interpretan como la hegemonía estadounidense en el planeta y fuera de él, Rusia y China han fortalecido su cooperación bilateral en defensa, política, economía y muchos otros frentes, incluido el de la ciencia. En julio, Rogozin anunció que las dos naciones estaban contemplando una colaboración para explorar la luna y, posiblemente, para enviar misiones conjuntas al espacio profundo.
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Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek