El mes de sensibilización sobre el cáncer de mama está por finalizar, pero la lucha contra esta enfermedad, nunca termina.
Esto lo dice la doctora Jennifer Ramírez, especialista del Centro Oncológico Internacional (COI) Tijuana.
Opina que mujeres y hombres necesitan ir a consulta con especialistas de forma periódica, y cultivar la costumbre de autoexplorarse el tejido mamario en casa, al menos una vez al mes, no solo en octubre, el llamado mes rosa.
“[Lo sugerido es] que el paciente se haga sus estudios de mastografía y después acuda a una consulta para poder valorar los resultados e interrogarle sobre sus factores de riesgo”, dice Ramírez.
Considera que aún si el paciente no presenta lesiones sospechosas, es importante conocer qué hábitos tiene con el fin de evitar que este cáncer se desarrolle más adelante.
Dice que la ingesta frecuente de alcohol, el uso prolongado de anticonceptivos o haber tenido un hijo después de los 35 años y no haber amamantado, son circunstancias que pueden aumentar la probabilidad de desarrollar este cáncer, que es el más común en las mujeres mexicanas. Tiene una incidencia del 11.34%, según el Instituto Nacional de Cancerología (INCAN).
Por eso, estas campañas suelen ir dirigidas a la población femenina, sin embargo, Ramírez apunta que en casos de obesidad y diabetes, los hombres también son vulnerables.
“Se producen más estrógenos en pacientes que son obesos, y un hombre que tenga esos factores de riesgo también va a poder desarrollar cáncer de mama”, explica.
En muchas enfermedades, pero sobre todo en esta, el tiempo que transcurre entre la detección y el tratamiento es decisivo para salvar una vida.
El problema, según la doctora, es que muchas personas no conocen sus cuerpos.
“Debes tocarte cuando estás sano para que después puedas identificar si hay algo raro” dice.
La asociación ProOncavi apunta que a pesar de que el 86% de las mujeres sabe qué hacer, solo el 13% se realiza una mastografía, ultrasonido o exploración mamaria mensual.
En la experiencia de Jennifer Ramírez como oncóloga de COI, pero también del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), la mayoría de las personas que padecen cáncer se lo detectan hasta que llegan a una etapa 2 y 3, que ya se considera avanzado.
“Estos pacientes representan alrededor del 50% y los etapa 4, un 30% donde la enfermedad ya está fuera de su sitio de origen”, detalla.
Los oncólogos manejan cinco fases para clasificar al cáncer, de acuerdo a su evolución. Lo ideal es detectarlo en etapa uno o cero, y sin tocarse no es posible, según la oncóloga.
“Hago la invitación a que lleven su vigilancia todos los meses del año. A que se autoexploren. No está mal que conozcan su cuerpo y puedan identificar si hay algo malo”, concluye.