Este jueves fue publicado en la Gaceta Ecológica No. 58 de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) el resolutivo de la dependencia para avalar la construcción de un puente alterno al antiguo puente San Ignacio, que se ubica sobre el cauce del Río San Pedro, al norponiente de la ciudad capital.
La autorización para la realización del proyecto fue emitida el pasado 28 de septiembre por la Dirección General de Impacto y Riesgo Ambiental (DGIRA) y se estableció una vigencia de un año para llevar a cabo las etapas de preparación del sitio y construcción de las obras del proyecto, así como una vigencia de 50 años para la operación y mantenimiento.
Con la construcción del puente alterno para la circulación vehicular se busca agilizar el tránsito en esa zona de la ciudad, además de preservar el histórico Puente San Ignacio, el cual fue edificado en el año de 1760, por lo cual está incluido en la categoría de monumentos históricos por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
Condicionantes para la realización del proyecto
Sin embargo, aunque la Semarnat aprobó la construcción del puente alternativo, le fijó varias condicionantes a la Secretaría de Obras Públicas (SOP) para considerar antes del inicio de las obras de construcción, como por ejemplo:
- La SOP deberá costear un seguro o garantía para fomentar el cumplimiento de las condiciones establecidas en las autorizaciones. El monto de la garantía se definirá a partir del Estudio Técnico Económico, para respaldar los costos de la realización de las estrategias de control, mitigación y compensación ambiental establecidas en el proyecto. La garantía tendrá que cubrirse antes del inicio de las obras.
- Tres meses previos al inicio de las obras, la SOP deberá presentar a la DGIRA un Programa de reforestación con especies nativas, en el que se deberán incluir acciones de restauración del cauce del Río San Pedro. Posterior a ello, se deberán ejecutar monitoreos periódicos para medir la calidad del agua del río durante las etapas de preparación del sitio y de construcción.
- De igual manera, tres meses antes del arranque de las obras se deberá presentar un Programa de Vigilancia Ambiental, considerando acciones de respuesta cuando la aplicación de las medidas no se obtengan los resultados esperados y los plazos de ejecución de las acciones y medidas.
- La SOP deberá presentar informes de cumplimiento de las condicionantes de manera anual, durante cinco años, a partir del inicio de los trabajos de construcción.
Impactos ambientales de la obra
El proyecto del puente alternativo se realizará sobre una superficie de 5 mil 740 metros cuadrados, de los cuáles mil 964 metros cuadrados corresponden a la zona federal del Río San Pedro.
Las obras no requerirán el cambio de uso de suelo de áreas forestales, ya que a los alrededores de la zona que se busca intervenir ya existen desarrollos habitacionales.
A pesar de ello, las obras implicarían la tala de 17 árboles de las especies: eucalipto, mezquite, huizache, sauce, pirul, sabino y casuarina.
“Después de concluido el proyecto se promoverán actividades de reforestación del área a fin de compensar el impacto derivado de la remoción de árboles”, agrega el documento.
En lo que se refiere a la fauna, en la región se tiene registro de especies como ranita verde, lagartija escamuda y tortuga, la cual se encuentra con la clasificación de “especie sujeta a protección especial” por la Norma Oficial Mexicana 059-SEMARNAT.
No obstante, en el MIA se refiere que al colindar con áreas urbanas con alta densidad poblacional, por lo cual hay poca probabilidad de presencia de fauna, además de que el tránsito vehicular que tiene el actual Puente San Ignacio ha ahuyentado la presencia de algunos tipos de aves.
El documento agrega que el proyecto tiene un impacto ambiental bajo ya que sólo se afectará la superficie que ocuparán los soportes de las columnas del puente, sin afectar el cauce natural del río.
La construcción del puente alterno en el Río San Pedro se realizaría de forma simultánea con el paso a desnivel de Av. Aguascalientes y el Antiguo Camino a San Ignacio, con una distancia de aproximadamente 200 metros
Valor histórico del Puente San Ignacio
En la justificación del proyecto por parte de la Secretaría de Obras Públicas de Gobierno Estatal, anexada al Manifiesto de Impacto Ambiental se indica que según estudios de aforo vial de la Universidad Autónoma de Aguascalientes (UAA), más de mil 200 automóviles transitan diariamente sobre el Puente de San Ignacio, entre los cuáles hay camiones de más de 20 toneladas.
Debido a su antigüedad, la estructura del puente ya no se encuentra en las mejores condiciones para soportar la carga vehicular, por lo cual se buscará su preservación con la construcción del puente alterno para la circulación vial.
El puente forma parte del Camino Real de Tierra Adentro, que fungió como ruta comercial entre México y Estados Unidos, del siglo XVI al siglo XIX, y que en el año 2010 fue catalogado como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.