En estos tiempos, cuando juegos como Fortnite se apoderan de la mente de los jóvenes, una nueva investigación indica que los padres no deberían preocuparse por el impacto que esos títulos tienen en el desarrollo educativo.
Si bien el debate sobre la relación entre los videojuegos y la violencia ha estado vigente durante años, se ha prestado menos atención a la forma en que dichos juegos influyen en las calificaciones de los niños, declaró esta semana a Fatherly.com Timo Gnambs, catedrático de psicología en la Universidad Johannes Kepler de Austria.
Para averiguarlo, su equipo empleó una muestra de 3,554 adolescentes y estudió la forma en que el uso de los videojuegos se correlaciona con el desempeño en materias clave como inglés y matemáticas. Aunque el hecho de jugar durante periodos prolongados durante la noche en los periodos escolares podría tener un pequeño “impacto negativo” en las calificaciones, ni siquiera las sesiones de hasta ocho horas al día parecieron afectar negativamente los logros académicos a largo plazo.
“Encontramos únicamente efectos muy pequeños en las calificaciones y ninguno en las competencias reales”, dijo Gnambs, coautor del estudio, después de la publicación del mismo en la revista Pshychology of Popular Media Culture. El académico señaló que se presentaron “efectos insignificantes en las calificaciones y en el desarrollo de competencias, provocados por el tiempo dedicado a jugar juegos de computadora”.
A los estudiantes se les dio seguimiento por un período de dos años, señaló el equipo. Esto eliminó la brecha existente en algunas investigaciones anteriores que, según informes, no analizaron los cambios en el desempeño académico con el paso del tiempo.
Sin embargo, no todas las investigaciones coinciden. La Oficina Nacional de la Infancia de Irlanda del Norte, en su estudio titulado ICT and me (Las tecnologías de la información y comunicación y yo) indica que los niños que jugaban menos de una vez a la semana “tenían más éxito en la escuela que aquellos que jugaban dos veces al día o más”.
¿Se exageraron los riesgos?
No obstante, el nuevo artículo científico indica que cualesquier efectos perjudiciales del uso de los videojuegos han sido mínimos. El equipo universitario observó que “las advertencias en relación con los posibles daños de los juegos de computadora son exageradas”.
El equipo señaló que: “Las competencias en matemáticas y lectura no resultaron afectadas por los videojuegos. Por ello, jugar juegos de computadora y video puede producir una pérdida notable, aunque pequeña, de los beneficios educativos, pero no afecta a las competencias básicas”.
Gnambs declaró a Fatherly.com que en el artículo se indica a los padres que no deberían preocuparse cuándo juegan sus hijos, sino simplemente preguntarse cuánto tiempo lo hacen.
“Creo que lo más importante es regular las actividades relacionadas con los videojuegos con base en las demandas situacionales actuales; por ejemplo, sería aconsejable dedicarle más tiempo a la preparación escolar antes de los exámenes o de pruebas importantes”, declaró . “Los periodos prolongados de juego parecen menos problemáticos cuando los estudiantes no tienen que enfrentar tareas escolares que impongan mucha presión sobre ellos”, añadió el investigador.
A principios de este año, la Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoció a la adicción a los videojuegos como un nuevo trastorno mental, pero destacó que solo un pequeño número de personas podrían verse afectadas.
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Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek