Hace poco estos dos hombres ignoraban su existencia mutua. Pero una prueba ADN les reveló que tenían el mismo padre, Bill Henderson, un soldado que luchó en Normandía durante la Segunda Guerra Mundial.
André Gantois, un francés de 72 años, y Allen Henderson, un estadounidense de 64, se vieron el lunes en Colleville-sur-Mer, en donde su padre, fallecido en 1997 y enterrado en Los Ángeles, desembarcó entre 132.700 Aliados.
André Gantois se enteró a los 15 años que su madre, Irene, vivió una historia de amor con un soldado estadounidense.
Cinco años después se acercó a la embajada estadounidense en París para intentar descubrir el nombre de su progenitor. “Me respondieron que era como buscar una aguja en un pajar”, cuenta.
Pasaron los años y hace poco decidió acudir al instituto estadounidense especializado en pruebas ADN. En julio se hizo una prueba que envió a Estados Unidos. Tres semanas antes, la familia Henderson había solicitado a este mismo instituto para hacer una investigación genealógica en base a su ADN.
Los resultados cayeron a principios de agosto. “La agencia me dijo que tenía un hermano en Estados Unidos”, relata André Gantois, aún “abrumado” por su historia. Un sentimiento que comparte su medio hermano.
“Esto ha cambiado nuestras vidas por completa”, afirma Allen, con la mano apoyada en el hombro de André.
Más de 70 años después de la Segunda Guerra Mundial aún quedan muchas historias sin respuestas de niños nacidos de francesas y padres soldados aliados, señala Emmanuel Thiébot, historiador francés.